Las cosas se desataron demasiado rápido, pero él sabe moverse con velocidad, adelantándose a todo. Es más, es probable que internamente quisiera que todo fuera antes de lo estipulado. Finalmente lo fue: desde ayer y dos años antes de lo previsto, el director de orquesta canadiense Yanick Nézet-Séguin (1975) es el nuevo director del Metropolitan Opera de Nueva York, la institución clásica más importante de Estados Unidos.
El hiperactivo conductor nacido en Montreal fue nombrado sucesor de James Levine en 2016, con el plan de asumir en 2020, pero las acusaciones por abuso sexual y una investigación interna llevada a cabo por el propio Met de Nueva York determinaron que Levine fuera despedido antes de terminar su ciclo. No fue, por lo demás, cualquier ciclo: el poderoso director se mantuvo 42 años al frente de uno de los teatros de ópera más importantes del mundo.
Hay al menos un dato curioso en la vida de Yannick Nézet-Séguin que lo une a la lamentable salida de su antecesor. El canadiense dice que quiso ser director de orquesta cuando a los 10 años vio conducir en Montreal al maestro suizo Charles Dutoit, quien en diciembre pasado fue acusado de abuso sexual por cuatro mujeres y despedido como director de la Orquesta Filarmónica Real de Londres.
Hace poco Yannick Nézet-Séguin habló sobre la situación de Levine y el Met al diario El País. También demostró que tiene una gran percepción de lo que puede hacer. "Ha sido muy difícil para el Metropolitan y creo que mi toma de posesión supondrá un cambio psicológico saludable para la orquesta y el coro", dijo.
El director de Montreal, que ha dicho que "la orquesta y el coro del Met necesitan un líder", es un auténtico imán musical. Tal vez no tenga la experiencia en ópera de Levine, pero es conocido por rescatar obras del olvido, encargar composiciones nuevas, tener una excelente relación con los músicos, crear ambientes de camaradería, liderar equipos y trabajar duro. Es decir, ser el "líder" que él dice que necesita el Metropolitan. Hasta el momento los músicos han manifestado públicamente gran satisfacción de tener a un director joven, enérgico y con visión de futuro.
Desde que hace seis años asumió la titularidad de la Orquesta de Filadelfia (agrupación legendaria en EEUU), Nézet-Séguin ha demostrado ser un jugador de fondo en el exigente circuito musical. Tiene demasiadas ocupaciones, pero en general responde bien en todas: además de Filadelfia, dirige la Orquesta Metropolitana de Montreal y hasta hace unos meses la Filarmónica de Rotterdam, en Holanda. Por si no le bastara, dijo que a pesar de estar al frente del Met de Nueva York no dejará de asistir a sus compromisos habituales con la Filarmónica de Berlín y la Filarmónica de Viena.
Ejemplo referencial del "director jet" (nomenclatura usada para referirse a los conductores que manejan orquestas en varios continentes), Nézet-Séguin cambiará su residencia desde Rotterdam a Manhattan, donde espera compartir departamento con su pareja, el violista Pierre Tourville. Eso sí, tal como lo consignaba hace poco El País, su hogar sigue siendo Montreal: "Allí es donde pago mis impuestos y donde viven mis gatos".