Aunque la historia de Ciro y los Persas es reciente - partieron en 2009- son una de las bandas más convocantes de Argentina. Ello se explica por el culto a su líder, Andrés Ciro Martínez, voz y fundador de los extintos Los Piojos, otros de los nombres fundamentales del rock argentino de los 90. Fidelidad a todo prueba de su fanaticada, ya que solo con el primer álbum de Los Persas, Espejos (2010), lograron doble disco de platino, llenaron muchas veces el Luna Park y varios estadios de amplia convocatoria; una costumbre que se repetiría con sus siguientes títulos, 27 (2012) y el doble Naranja persa, cuya primera parte se estrenó en 2016 y la siguiente lanzado en abril pasado.
"Hay tres generaciones de gente que viene a vernos. Hay chiquitos que están incluso a caballito con sus padres", cuenta Ciro, la voz de los porteños que mezclan rock y candombe. "Vienen adolescentes que conocen más la música de Los Persas; gente más grande que conoce o es más fan de Los Piojos; y otros que conocen la de los dos grupos. Es una suerte y un premio. Haber trabajado siempre dando todo por tantos años, haciendo discos, shows; eso se nota a través del tiempo", apunta el guitarrista, quien ya se prepara para tocar en diciembre junto a su banda en el estadio de River Plate.
Pero en lo inmediato, ya alistan su próximo aterrizaje en Chile para la primera versión local del festival argentino Cosquín Rock (Puntoticket) que parte hoy en el Movistar Arena; ellos estarán mañana, en el segundo día del evento. "Tocaremos nuestra música y temas de Los Piojos", cuenta.
- Será la primera vez de Cosquín en Chile. ¿Le atrae el espíritu que representa?
- Sí, me gusta. Tocamos muchas veces con Los Piojos y Los Persas. Es un festival que ha prosperado como ningún otro y que lleva una cantidad impresionante de grupos en Argentina.
- Tiene algo de integración entre bandas de distintos países latinos.
- Claro. Para muchos grupos de acá es la manera de hacerse ver, y para nosotros, con la exportación es una forma de darnos a conocer.
- Sus visitas a Chile no han sido frecuentes. ¿Siente que ha sido difícil construir una relación más periódica con el público de acá?
- Sí, es algo pendiente. Y me hago cargo de que no haya existido un política consistente, organizada y frecuente de ir a conquistarlos. Tiene que ver con que Los Piojos y Los Persas somos bandas independientes, e ir al exterior se hace difícil sin el respaldo económico ni de conexiones. Con Los Piojos una vez fuimos a una fecha muy mal organizada en medio de Navidad y con un mánager que era un demente.
No sé si fue algo así como un 26 de diciembre, una cosa horrible, muy mal organizada en un pub, había muy poca gente. Y después otra vez me parece que fuimos a un festival mas grande con bandas argentinas. Pero dos veces en 20 años de Los Piojos es muy poco.