Dando un golpe seco y firme con su palma sobre el piano, Pablo López, el último fenómeno de la música española, da el pase para que su banda comience el show en el Teatro Real de Madrid. "Hace seis años vine a la capital a dar un concierto para 50 personas, para que nos viera la gente del sello y mi madre estaba de público, ahora también está acá", cuenta emocionado.
Durante su concierto a fines de julio, se para, se sienta, vuelve a levantarse, canta a capela, bromea con sus músicos y contiene las lágrimas. Es tal la energía de López esa noche, que incluso advierte al público que se prepare para un show de 6 o 7 horas. "Total mañana es domingo", comenta riendo. La carrera del malagueño ha crecido impetuosamente tanto en su país, realizando una gira de 80 fechas, como en Latinoamérica, donde regresa en diciembre tras una primera visita de promoción en 2016. Esta vez, por ejemplo, se presentará el 7 de diciembre en el Teatro Nescafé de las Artes.
Tanto en sus composiciones como en el concierto, el artista deja de manifiesto su personalidad apasionada e inquieta concibiendo que, como cuenta a Culto, para él "las canciones son como la vida, un viaje en el que no faltará nada, hay pasión, momentos para una sonrisa, pero también mucho sufrimiento". Luego agrega: "he trasladado al escenario la vida, todo los días tienen una intensidad que llevo bien, pero que a la vez pasan factura".
Su último single, El patio, perteneciente a su tercer álbum, Camino, fuego y libertad, y que cuenta con más de 20 millones de vistas en YouTube, es precisamente una de esas creaciones que mejor plasman su intensidad y que define como uno "de esos temas en que realmente no sé lo que estoy diciendo, es un bálsamo, sirve para el fantasma que tengas en el momento, puede ser el miedo, o algo o alguien que no te está haciendo bien, pueden ser tus mentiras, pero convivir con eso es lo que te obliga a luchar".
Y sobre convivir con fantasmas, pero en este caso inspiradores, fue precisamente su experiencia al grabar este trabajo en los estudios Abbey Road: "cada día me concentraba en tocar y no buscarlos, te empeñas en mirar las paredes y en buscarlos por las esquinas, pero es a la hora de hacer sonar las cuerdas, al momento en que el piano hace ruido, ahí aparecen todos".
Así como ha realizado colaboraciones con Alejandro Sanz y Juanes, en su concierto de Madrid también contó con Pablo Alborán y Paty Cantú, por lo que no descarta la posibilidad de tener sorpresas en su show local de diciembre. De hecho, ya con Camila Gallardo ha compartido escenario en España. "Me gustaría mucho poder mostrar lo que pasó en el Teatro Real, voy con mi banda, con muchas ganas y sobre todo la gente va a poder ver un poco de mi locura", culmina.