A poco más de una semana para el balotaje que definirá a su próximo presidente, el clima en Brasil es de polarización total y las batallas políticas se libran en todo ámbito, incluyendo el de la música. El británico Roger Waters lo ha vivido en carne propia, con un show que critica abiertamente al candidato ultraderechista Jair Bolsonaro -a quien incluye en una lista de "neofascistas"- y que ha recibido tantas ovaciones como abucheos por parte del público en las tres fechas que ha hecho en Brasil. Lo mismo puede decir Anitta, la mayor estrella pop de ese país en la actualidad y supuesta simpatizante del candidato del Partido Social Liberal, quien ha defendido su derecho a mantener su voto en secreto.
El silencio equivale a votar por Bolsonaro. Esa parece ser la consigna que impera hoy en el mundo del arte y la cultura brasileña, cuyos líderes han redoblado los llamados a sus pares en los últimos días para que manifiesten públicamente su rechazo al exmilitar y tomen una postura clara ante la segunda vuelta. Un panorama especialmente incómodo para una de las mayores instituciones de la música brasileña, Roberto Carlos, quien, a diferencia de otras leyendas vivientes de su tierra, ha esquivado durante toda su carrera las definiciones políticas y los discursos militantes, pese a que históricamente se le ha colgado cierta inclinación derechista.
Pero con un clima social radicalizado y frente a los últimos sondeos para el balotaje -que dan amplia ventaja a Bolsonaro por sobre el petista Fernando Haddad-, la presión se ha incrementado para "O Rei", quien pasará los días previos a las elecciones en Chile, con una gira por Concepción (este viernes 19) y Santiago (domingo 21). Sin ir más lejos, en una columna publicada el domingo pasado por el diario Folha de Sao Paulo, Caetano Veloso, otro faro del cancionero y la vida cultural brasileña, llamó al autor de Lady Laura -junto a otros nombres de la política y la televisión local- a expresar su rechazo al abanderado del PSL.
"Es evidente que todo ciudadano brasileño que merezca ese nombre debe actuar contra la posibilidad de la elección de Bolsonaro", señala el padre del Tropicalismo, "sea [el expresidente] Fernando Henrique Cardoso, Roberto Carlos, [la actriz] Suzana Vieira, [el músico] Chico Buarque, Fernando Haddad", agrega, como parte de un amplio listado de figuras.
Un emplazamiento directo al hombre de "Un millón de amigos", quien el mes pasado, durante una conferencia, rompió su habitual imparcialidad y elogió el trabajo de Sérgio Moro, el juez federal brasileño que lideró la investigación por el caso Lava Jato y que decretó la prisión del expresidente Lula da Silva. "Veo todo eso con mucho optimismo [...] las cosas están siendo realmente resueltas y el trabajo de Sérgio Moro y de todas las instituciones es algo maravilloso", declaró.
Sus dichos fueron interpretados como una señal de cara a las presentes elecciones, a los que se sumó el apoyo explícito que brindó a Bolsonaro el músico Eduardo Lages, productor y director musical de Roberto Carlos desde 1977. Con todo, quienes mejor conocen a al solista de 77 años dudan que todo lo anterior se traduzca en una postura pública.
"Si bien él es políticamente conservador, nunca se ha manifestado a favor de ningún candidato presidencial de derecha", asegura a Culto Paulo Cesar de Araújo, autor de los dos primeros libros que se han escrito sobre el astro brasileño. "En 1986 apoyó a un gobernador que era amigo suyo, Antônio Ermírio de Moraes, y años después llegó a declarar que votó en su momento por Cardoso, pero ambos eran de centro", agrega el escritor.
En ese sentido, De Araújo señala que el actual clima político brasileño vuelve aún más improbable la opción de que el baladista rompa su mutismo ideológico, pese al llamado de Caetano Veloso y a la campaña anti-Bolsonaro que éste ha impulsado junto a Gilberto Gil y Chico Buarque. Daniela Mercury también ha instigado a figuras como Anitta a dar su opinión. "Lo veo difícil porque cuando las cosas se radicalizan él suele no manifestarse", comenta. "No va a apoyar a alguien de extremos porque siempre evitará provocar polémica y polarizar. Y aunque aquí el silencio se interpreta como apoyo a Bolsonaro, dudo que lo diga públicamente".
Actualmente, De Araújo trabaja en un tercer libro sobre el cantante para 2019, aprovechando su aniversario 60 en la música, y que incluirá pasajes vinculados a su historia con Chile, como su saludo a Pinochet desde el escenario de la Quinta Vergara en Viña 1975, cuando le dijo "muchas gracias señor Presidente". Un episodio, según el biógrafo, que no representa las simpatías de Roberto Carlos, un hombre "un poco alienado, que vive fuera del debate político".