Ella: En la familia de Rosalía no hay artistas ni aficionados a la música. Nacida en Barcelona hace 25 años, tampoco proviene de la cultura flamenca, género por el cual ganó notoriedad y titulares que la responsabilizan de introducir aquella manifestación en los millennials, y una expectativa creciente en España de verla convertida en una estrella de nivel planetario que borre el recuerdo de La Macarena y Aserejé como sinónimo de pop del país ibérico. Comenzó a cantar a los 13 y a los 17 llegó al quirófano con las cuerdas vocales dañadas. Estudió con José Miguel Vizcaya, un reputado profesor de flamenco de la Escuela superior de música de Cataluña, en un curso que sólo permite un alumno anual. Disqueras como Sony y Universal estaban al acecho aún antes de Los Ángeles, el disco debut de 2017 consagrado al flamenco donde ya asomaba un germen de mestizaje y desparpajo. El año pasado fue nominada al Grammy Latino como Mejor artista nueva y ahora postula en cinco categorías mientras su segundo disco El mal querer ha sido adelantado con los relucientes singles Malamente y Pienso en tu mirá. Esos temas, más el single Brillo junto a J Balvin, son un manifiesto de un viraje grácil y natural de Rosalía hacia la música urbana.
La mánager: Rosalía y J Balvin encabezan las nominaciones al Grammy Latino y no solo tienen en común el single Brillo, sino a la misma representante, que también trabaja para Juanes. Rebeca León (43), nacida en Miami y de origen cubano, empezó hace 20 años como asistente en el mundo discográfico tras estudiar arte. Su ingreso coincidió con el momento en que Ricky Martin y Shakira daban el salto idiomático para triunfar en inglés. Hoy ella protagoniza un nuevo avance en ese territorio como una de las figuras más poderosas de la industria, recientemente asociada a Pharrell Williams para desarrollar nuevos talentos, en particular en la música urbana que ella reivindica como auténtica y colaborativa.
La resistencia: "Esta chica es una cantante trampa, una mentira que en la vorágine de un engaño parece una verdad", escribió Manuel Martín Martín en El Mundo el 29 de septiembre, tras la presentación agotada de Rosalía en la Bienal de flamenco de Sevilla. "Rosalía, más lista que artista", tituló la reseña en deflamenco.com. La misma crítica puso en duda la profundidad de su estilo. "Pasea por lo jondo de forma superficial".
En diciembre causó revuelo en España vía Twitter las quejas de una chica gitana acusando a Rosalía de apropiación cultural. Para la artista se trata de elecciones en la era digital. "Eso de la apropiación cultural… Ya todo está tan mezclado con internet, en las ciudades". Alejandro Sanz salió en su defensa. Entre las estrellas que recomiendan sus canciones, Halle Berry, Dua Lipa, Romeo Santos, Gorillaz, Camila Cabello, Charlie XCX y Camila Gallardo.
El disco: El 2 de noviembre se publica finalmente El mal querer, el segundo álbum de Rosalía con la producción y coautoría de varios temas de El Guincho. El País presagió que "su nuevo trabajo se antoja como una exploración sin miedo por estirar los límites del flamenco con sonidos actuales". Pitchfork media, la Biblia musical para hipsters y alternativos, llamó a escuchar a esta "cantante española que da al sonido ancestral del flamenco un refrescante giro moderno". Como prueba del fenómeno global que se presagia, el álbum fue anunciado en septiembre por pantallas en Times Square de Nueva York.
Los videos: Los llamativos clips de Malamente y Pienso en tu mirá suman casi 40 millones de reproducciones en YouTube y han sido capaces de establecer una estética urbana en Rosalía, combinada con imaginería religiosa, como si Madonna fuera reina del trap. Artistas como Tame Impala, Beck, Phoenix, Drake y The Weeknd han recurrido a CANADA. En el caso de Pienso en tu mirá, fue destacado de la semana por The New York Times mientras Billboard proclamó "presenta el dolor del amor de una forma artística que incluye joyería de oro, armas de fuego y brujería".