Perú se quedó sin ver a Michael Jackson
El "rey del Pop", tras su show en Santiago, debía presentarse en Lima. El escenario estuvo montado en casi su totalidad y parte de la comitiva llegó al vecino país. Sin embargo, un cambio de planes a último minuto le quitó la ilusión a los peruanos.
*Créditos de la imagen de la nota: El Comercio.
Pese a una semana tensa, con incertidumbre hasta el último momento, Michael Jackson realizó el recital del sábado 23 de octubre en Chile. La prensa de la época afirmaba que el artista encantó a los cerca de 70 mil asistentes al recital. Sin embargo, el tren no se debía detener. Dangerous World Tour tenía más presentaciones agendadas, siendo la más próxima una fechada para el martes 26 de octubre en Perú, organizada también por Prodín.
El historial de suspensiones, al que Santiago añadió su parte, mantenían a Ernesto Clavería, dueño de Prodín, y compañía en alerta.
Sendero Luminoso
"Ernesto (Clavería) se aventuró a meterse en un país que todavía estaba con el Sendero Luminoso. Había problemas de terrorismo todavía. Hubo que convencer a autoridades", cuenta Juan Pablo Cuadra, designado por Prodín para ser el productor general en Lima.
La gente de Mama Concerts, quien le vendió fechas de la gira a Prodín, le pidió garantías a la productora de que el show en Perú podía realizarse sin problemas. Citas con el ministro del Interior peruano y la primera dama Susana Higuchi, esposa del entonces presidente Alberto Fujimori, fueron parte del proceso para asegurar una fecha en el vecino país.
"En esa época Perú estaba muy, muy, muy mal. Estaba recién saliendo del terrorismo, tenía una situación política complicada, había mucha pobreza. No es el Lima que ves ahora", añade Cuadra.
Pese a tener estos factores en contra, desde Prodín lograron adjudicarse una fecha en Perú.
Directo a México
La productora general del show en Chile, Mylena Rock, recuerda las horas posteriores al concierto en Santiago el sábado. "Estábamos todavía en el Hyatt. Recién se había ido la comitiva y me llaman de México, no recuerdo quién, para preguntarme si era verdad que el avión no se había ido a Lima, sino directo a México, porque los mexicanos no estaban preparados para recibirlo todavía", afirma.
Del otro lado, Cuadra asegura que fueron días complejos. Llamaba a Clavería con frecuencia, pero este, ya complicado con lo sucedido en Chile, no le prestaba atención suficiente a sus problemas en Perú.
"En Lima teníamos el Estadio Nacional montado entero. El escenario estaba en un 80% montado. Faltaban todos los equipos que venían de Chile, luces y todo eso. Estaba el equipo técnico y los cocineros trabajando allá", relata el productor en Lima.
De acuerdo al portal peruano El Comercio, el valor de las entradas, que se distribuían en ocho ubicaciones en el Estadio Nacional del vecino país, iba desde los 45 a los 320 soles.
Así como en Chile hubo dedicación especial para adornar los interiores del Estadio Nacional, en Perú realizaron una decoración de temática fantástica, con hadas y enanos, afirma Cuadra.
Sin embargo, el historial de suspensiones generaba suspicacias en el ambiente y todo esfuerzo fue en vano: hubo un cambio de planes en el equipo de Jackson tras el recital en Santiago. "Nadie sabía el plan de vuelo. Lo cambiaron en el aire", afirma Ernesto Clavería.
"No sabíamos si Jackson iba a actuar en México de inmediato o iba a venir. Incluso teníamos la ilusión de que hiciera un viaje a Lima a hacer el concierto y volver a México. No nos parecía tan descabellado en ese instante", complementa Cuadra. Y lo cierto es que esa idea que tenía el productor no se concretó: el "rey del Pop" no pisó suelo peruano.
Además de omitir su parada en Perú, el artista y su delegación tampoco se detuvieron en Puerto Rico. Sumado a lo anterior, se suspendió otra presentación en Venezuela. Así, llegó directamente a México, país donde terminó sus espectáculos el 11 de noviembre de 1993, día en que realizó su quinto show en el Estadio Azteca.
En 1993, en paralelo, se dieron a conocer acusaciones de abuso sexual por parte del Michael Jackson contra Jordan Chandler -quien en 2009 admitió haber mentido por presiones de su padre-, de 13 años en aquel entonces. Por ello, el artista perdió acuerdos con empresas que lo patrocinaban y fue excluido de proyectos en los que trabajaba. La exposición del caso hizo que Jackson se hiciera adicto a analgésicos para combatir los dolores que le generaba el estrés, situación que desembocó en el término del Dangerous World Tour.
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