Plastilina Mosh vuelve para festejar su debut

La última vez que Plastilina Mosh vino a Chile fue para una fiesta privada, hace nueve años, Alejandro Rosso (teclados, programaciones y voz) no pudo asistir por problemas de salud. Hace memoria vía telefónica y recuerda que, junto con su compañero de banda Jonas González (guitarra y voz), dieron un show en 2008 durante la gira del disco All you need is mosh de ese año.

Será mañana cuando se reencuentren con el país para ofrecer un concierto conmemorando los 20 años de su álbum debut, Aquamosh (1998), junto con Señor Coconut, Bainasystem y Pedropiedra en el Parque Fluvial Renato Poblete de Quinta Normal. Una velada que han denominado Sonidos Latinos en el marco del Red Bull Music Festival que por primera vez se lleva a cabo en Chile. "Lo veo como la nueva versión del world music para estas generaciones , es un cóctel variado de estilos y a su vez tiene una línea conductora de distintos géneros", dice Rosso. "Vamos a tocar algunos temas nuevos, no tantos, porque no es como en los 70 que la gente iba a escuchar lo nuevo. Ahora quieren lo que conocen. Es una cepillada a nuestro material conocido".

Dos décadas han pasado desde que Aquamosh se incrustara en la idiosincracia cultural latinoamericana con el clásico tema "P. Mosh", así como las canciones "Niño bomba", "Afroman" o "Monster truck". Himnos que dieron vida al movimiento alter latino, aquella extraña mezcla de trip hop, jazz, rock y hip hop con exploraciones electrónicas; todo fue un guiño de vanguardia finalizando los 90: "Música popular interesante", le gusta llamarlo a Alejandro. "En ese disco hay muchos triunfos personales por la pelea que fue el presupuesto para poder grabar con cuerdas, poder incluir un tema con un final de tres minutos de solo de piano. La disquera quería una portada con nuestra foto, no querían llamar al disco Aquamosh", rememora. "Antes de firmar con una disquera éramos el proyecto raro de una ciudad que no era la capital. Un dúo que exploraba con samplers".

¿Y hay nuevo álbum en camino? "No tenemos ninguna necesidad imperativa de sacar un material con una presión de tiempo o calenadrio específico. Hemos estado explorando, componiendo y tenemos suficiente material para dos discos pero por alguna razón no nos gusta cómo se manifiesta junto. Vamos a hacerlo cuando queramos y nos sintamos bien. Somos una banda vieja, tenemos diez años sin sacar un disco, no hay presión".

A pesar de atribuirles cierta vanguardia musical, el dúo tampoco invierte su tiempo en exposición digital. "Jonás y yo somos muy diferentes en muchas cosas pero lo que sí somos iguales es en nuestro desprecio por la redes sociales y todo lo que representa. No porque no sean útiles, sino lo artificial de su uso. Me siento un campeón por no estar involucrado en las redes, ni siquiera uso whatsapp", cuenta.