Cielo, una mirada a los cazadores de planetas en Chile

Los fantasmas persiguen a la realizadora canadiense Alison McAlpine (1967). Hace nueve años su película Second sight (2009) impresionó en el Festival de Documentales de Amsterdam (IDFA) con la historia de una de sus abuelas, una mujer que era capaz de tener "segundas visiones", como dice el título de la película. Es decir, alguien que puede ver lo que otros no.

Aquella historia, que recogía las tradiciones de la lengua gaélica, transcurría en el noreste de Escocia, en Skye, la más distante de las islas Hébridas. Era un lugar de cierta manera tan alejado del mundanal ruido como lo puede estar el desierto de Atacama y sus habitantes. Aquí justamente es donde Alison McAlpine encontró inspiración para su segunda película: Cielo.

Llegó hace cinco años gracias a una beca para hacer un filme para el observatorio LSST (Large Synoptic Survey Telescope) de la Región de Coquimbo, pero tras un tiempo perdió interés en aquel proyecto. "Me acuerdo haber ido al Valle del Elqui y hubo un apagón. Aquella noche pude ver el cielo del norte en todo su esplendor", explica McAlpine desde Montreal, donde reside.

Aquel episodio que la enfrentó a la bóveda celeste en el norte chileno fue el que gatilló su interés en hacer otra cosa. Fue en realidad esa experiencia, pero también su curiosidad por conocer a aquellos personajes de los observatorios a quienes suelen llamar "cazadores de planetas". En la película Cielo, que se estrena el jueves 8 de noviembre en salas del circuito Miradoc desde Antofagasta a Punta Arenas (miradoc.cl), los buscadores de planetas son tan protagonistas como el paisaje de Atacama.

De alguna manera, McAlpine contrasta las inquietudes científicas de los astrónomos con las preguntas que se hacen los habitantes de la zona. Es un paisaje humano variado e insospechado, inteligentemente descubierto por la cámara del director de fotografía Benjamín Echazarreta (Una mujer fantástica) y las preguntas de Alison McAlpine. La galería humana va desde los recolectores de algas Casiano Ardiles y Lilian Rojas hasta el pirquinero Raúl Adriazola. Pero también están los que se preguntan por los extraterrestres o por los fantasmas, como los arrieros Cipriano y Gabriel Castillo. Y, por supuesto, no pueden faltar los "fotógrafos de ovnis" como Mario Salas,

"Para mí era muy importante elegir bien a los personajes. Hay algunos astrónomos que son más 'poetas' y otros que son más científicos. Un ejemplo del primero es el suizo Stéphane Udry, y un caso de lo segundo es la española Mercedes López", comenta McAlpine.

Cielo, que se exhibió con buenas críticas en el Festival de Nueva York 2017, no oculta su simpatía por aquellos astrónomos "poetas". Por los que se llaman a sí mismos "cazadores de planetas" y que gustan tanto de un cálculo matemático como de un libro de ciencia ficción. El suizo Udry es uno de aquellos: en el año 2007 descubrió uno de los planetas más parecidos a la Tierra, ubicado fuera de nuestro sistema solar. El hallazgo lo hizo en el observatorio La Silla, no lejos del lugar donde Alison McAlpine contempló el cielo como nunca antes.b