Abundaban las poleras y polerones de Oasis, a ratos combinadas con el merchandising oficial del guitarrista y compositor de la banda que, en los 90 y principios del 2000, fue ícono del brit pop y tenía a la prensa sensacionalista atenta a cada nueva pelea interna.

No era difícil anticipar cómo sería la performance de Noel Gallagher en el Velódromo del Estadio Nacional. 24 horas antes se había presentado en el Gimnasio Municipal de Concepción, concierto en el que mezcló las canciones de su disco nuevo -Who built the moon?- con repertorio de su carrera en solitario, éxitos de Oasis y un recado para el futbolista chileno Alexis Sánchez.

El último acto del Colors Night Lights no tuvo mayores diferencias: redujo en cuatro canciones su setlist -"Be careful what you wish for", "Supersonic", "If love is the law" y "Dead in the water"- y alteró sutilmente el orden de los factores, pero el resultado fue el mismo: un respeto profundo por sus canciones nuevas y la declaración de que los temas de Oasis nunca morirán.

Con solo 3 minutos de retraso, el mayor de los Gallagher hizo su entrada junto a la banda y su cantante. Saludaron apenas con un gesto y dieron inicio a "Fort Knox", tema introductorio de su más reciente producción lanzada en noviembre de 2017.

Presentó al hilo los tres primeros temas de su disco, "Holy Mountain" -aquella que al ser publicada fue comparada con "She bangs" de Ricky Martin-, "Keep on Reaching" e "It's a Beautiful World".

Cada tanto recordaba saludar al público con breves "Thank you very much" o gritos que decían el nombre de la ciudad.

"If I had a gun..." tuvo a todo el público coreando la balada de ritmo calmo que debutó en 2011, conexión con los asistentes que continuó con "Dream on" del mismo álbum.

Pero las pasiones de la noche se desataron con "Little by little", aquella canción de 2002 nacida en medio de uno de los periodos más conflictivo de Oasis, y prevalecieron en cada canción de la banda que dio inicio a su discografía con Definitely Maybe de 1994.

En medio del show, Noel Gallagher dijo unas de las frases más largas que saldrían de su boca esa noche: "Espero no joder esto". Quienes asistieron a ver su hermano Liam en Lollapalooza 2018, de seguro les hubiese gustado que el hombre de As you were dijera lo mismo. Pero Noel cumplió.

"She Taught Me How to Fly" recordó a la audiencia que no todo es Oasis en medio de esos suaves sintetizadores y voz que se extiende largamente por los versos cuando canta la frase  "The one I love". Y sí, la mujer que 'toca' las tijeras y que provocó confusión en sus shows de 2017, también estaba presente.

Los ánimos tomaron un aire de fogata con la calma interpretación de "Half the World Away" y "Wonderwall", que unió a todo el público como una sola voz que esperaba con ansias ese momento de la noche. Con nuevos arreglos a sus canciones, Noel Gallagher regaló al público una amalgama de innovación rock-pop, con la nostalgia de los éxitos que lo lanzaron a la fama junto a su hermano.

Por ello, no es de extrañar que eligiera las canciones de su banda nodriza para finalizar el show que lo trajo de regreso a Stgo. A mediados de octubre fue telonero de U2 en la gira The Joshua Tree, pero en este lugar más íntimo y con disco nuevo, la gente estaba por Noel.

Tras interpretar "Go Let It Out", Gallagher tomó unos minutos para dedicar unas palabras, esta vez, con nombre y apellido: "Esta canción es para Alexis Sánchez. Fuck that guy!!". A pesar del cariño que los chilenos tienen al 'Niño maravilla', respondieron con risas y aplausos, el asunto es futbolístico, no personal. Al parecer, nunca le perdonará haber firmado por Manchester United, en vez del Manchester City.

Con "Don't Look Back in Anger" de (What's the story) Morning Glory, canción que Noel insistió en cantar él mismo en vez de Liam, el hombre ancla de Oasis comenzó a despedirse del público chileno. Pero no sin antes tributar a la banda que lo inspiró musicalmente: The Beatles.

Con el mensaje de amor de los fab four en "All you need is love", Noel Gallagher se retiró del escenario junto a sus pájaros voladores que regalaron una jornada de alegre nostalgia.