Son 14 esculturas en bronce de entre 5 y 11 metros que muestran cada una de las etapas de gestación del ser humano, desde la fecundación hasta el nacimiento. Emplazadas al exterior del Centro Médico y de Investigación Sidra, en Qatar, las obras que componen El viaje milagroso del artista británico Damien Hirst volvieron a ver la luz luego de mantenerse cubiertas durante los últimos cinco años.
Nacido en Bristol en 1965, Damien Hirst se ha caracterizado por sus instalaciones provocativas. La más conocida es The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living (1991), que consiste en un tiburón tigre sumergido en un estanque lleno de una solución de aldehído fórmico. Cuatro años más tarde, el artista fue galardonado con el Premio Turner por su obra Mother and Child, donde mediante el mismo formato presentó a una vaca y su ternero diseccionados.
Por encargo de la presidenta de la Autoridad de Museos de Qatar, y hermana del emir, Sheikha Al-Mayassa, en octubre de 2013 se inauguraron las 14 piezas de El viaje milagroso, en presencia de funcionarios gubernamentales, artistas y miembros de la familia real. La obra muestra de manera realista cómo se desarrolla un feto durante el proceso de un embarazo, y culmina con la escultura de un bebé de 14 metros de altura. "Culturalmente podemos decir que ésta es la primera escultura desnuda de Oriente Próximo", comentó entonces el artista sobre su trabajo que en conjunto pesa 216 toneladas.
La instalación forma parte de la colección de arte contemporáneo del hospital, comisionado por la hermana del emir. Con el objetivo de transmitir una imagen de apertura y modernidad, Sheikha Al-Mayassa ha invertido en 65 obras de arte para la colección. Se estima que los costos de El viaje milagroso alcanzan los 20 millones de dólares, sin incluir los honorarios del artista.
Sin embargo, a pesar la aceptación de las esculturas por parte de las autoridades, el público más conservador expresó su rechazo por tratarse de la representación de figuras humanas en obras de arte. Las esculturas finalmente fueron cubiertas, según las autoridades, con motivo de poder resguardarlas durante la construcción del hospital.
"Existe un versículo en el Corán sobre el milagro del nacimiento. Esto no está contra nuestra cultura ni nuestra religión", señaló Sheika Al-Mayassa cuando se generó la polémica.
Ahora, con la apertura del hospital, las esculturas vuelven a estar a la vista de los visitantes.