Mediterráneo (1971) es el disco de Joan Manuel Serrat con el que su estatura se elevó. Diez canciones que transitaban por la nostalgia en un tono reflexivo y con acento en el mar, su mar. Investigaciones, libros y primeros lugares en listas de música española mediante, ahora será el autor quien homenajea su obra, con la gira Mediterráneo da capo. "Es un show que por un lado tiene este homenaje a ese trabajo discográfico, y por otro, el de homenajear al mar, al mar Mediterráneo como lugar en estos momentos de espacio de migración por esa gente que busca un lugar donde meter la vida en Europa. Pero esa Europa ha sido feroz en cuanto a solidaridad, ha sido vieja, avara, dura, las fronteras y los alambres han sustituido a los caminos", reflexionó.

La gira, que partió en abril en España, marca otro hito en la carrera del catalán, ya que nunca desde la creación del álbum había interpretado todo ese material en un solo show. En Chile también lo hará con ocho fechas que comienzan con un doblete, este 21 y 22 de noviembre en el Teatro Nescafé de las Artes, para seguir en Valparaíso (24), Talca (27), Frutillar (29), Temuco (1 de diciembre) y Concepción (3), cerrando en el Movistar Arena el 6 del mismo mes (Puntoticket).

"Algunas localidades no las había visitado. Para mí es fantástico poder hacer esta gira. Son canciones que no me han abandonado jamás, las decidí juntar porque tienen un vigor y una vigencia que permiten poder hacer este recorrido con ellas sin sentirse atado al pasado, sino más bien como algo que sigue vivo", dijo el autor de "Aquellas pequeñas cosas", que además interpretará otras composiciones en los recitales.

El solista decidió adelantar la celebración, ya que tal como se acostumbra en estos casos los festejos son cuando una obra cumple medio siglo, y para eso faltan tres años. "Todas esas son convenciones sociales. Yo celebro los 121 años, los 17 o los 2, depende de cómo se venga la mano. Recomendarle a la gente que no espere para celebrar que lo haga cuando tenga algo por que hacerlo, ya que ya el solo hecho de tener algo para hacerlo es maravilloso".

Además, recordó cómo fueron las grabaciones de aquel álbum, que contó con el reconocido productor Juan Carlos Calderón, además de Gian Piero Reverberi: "En estudio fue corto, porque en ese tiempo era algo muy caro. Ese disco fue grabado en Italia y con músicos italianos y ahí era mucho más caro todavía. Nosotros íbamos con el dinero justo. Llevaba a un equipo fantástico para jugar, no para entrenar. Entre ellos Juan Carlos Calderón y arregladores italianos y franceses".

Serrat, también le dedicó sentidas palabras a Lucho Gatica, cantante nacional que falleció el martes pasado. "Lo conocí, fue amigo mío. Nos separaron los años y también el lugar donde vivíamos, él vivió muchos años en México. He sido un ferviente admirador de Gatica, cantaba boleros de él desde mis jóvenes años radiofónicos cuando vivía pegado a la radio. Estoy muy agradecido por lo que me ha enseñado, su forma de cantar ha sido realmente diferente es reconocible a todas luces es imposible confundirle con otro", contó. "En cuanto al bolero, mi repertorio está lleno de boleros disimulados".

Y sobre el legado de Gatica, añadió: "Él fue por encima de todo un intérprete, dejó una manera de hacer que es única: nadie cantó ni cantará como Gatica. Para un intérprete eso es algo muy valioso. Valorando esto en el sentido real que es hacer las cosas de una manera distinta, y sobre todo pensar que esta forma distinta que estás haciendo las cosas ha sido reconocida por la gente".

Pero su relación con Chile no es solo por el bolerista. El autor de "Penélope" ha estrechado lazos desde sus primeras visitas al país por allá por la década del 70. Y también vio cómo se le prohibió el ingreso en 1988, por la dictadura de Pinochet, a días a que se realizara el plebiscito entre el Sí y el No (Serrat asistiría al cierre de la campaña del No). "Fueron tiempos difíciles. Ese referéndum era una llama que empezaba a iluminar el camino de las libertades en el país. Me invitaron a participar y no tuve la más mínima duda, aun sabiendo que cuando entrara al país se me iba a impedir, cosa que ocurrió. No le diría que hice el viaje en vano, no lo hice: no pude estar en las calles físicamente pero si pude enviar un mensaje. Poco tiempo después pude volver con todas las garantías".

No solo de música y política habló Serrat, también se refirió a su otra pasión, el fútbol, como reconocido hincha del Barcelona. "Soy un seguidor del fútbol, un hombre que ama al fútbol. No me considero un fanático, no me interesa el fanatismo. Soy seguidor de un equipo y lo sigo con fervor, esto no me hace perder la razón con respecto al resto de cosas que ocurren y al resto de equipos", apuntó.

Y luego se dio tiempo para comentar sobre el presente de Arturo Vidal en el equipo blaugrana: "En Barcelona hemos tenido en los últimos años a tres jugadores chilenos y los tres han sido muy queridos en la casa. Espero que Arturo Vidal tenga el tiempo suficiente para poder consolidarse como el jugador que es y que le hace falta al club".