Seun Kuti, saxofonista de 35 años, sigue viviendo en Lagos, el centro neurálgico de su natal Nigeria. Ni las giras por el mundo y menos el enorme legado que tiene -literalmente- escrito en su espalda lo saca de su pasividad.
"Fela lives", reza el tatuaje que muestra orgulloso en cada presentación de Egypt 80, la legendaria banda de su padre y que él hoy comanda.
Con cuatro discos propios a cuestas, el último Black Times (2018) tiene a Carlos Santana haciendo guitarras en la canción homónima, el setlist está lejos de ser un tributo.
Aunque el espíritu de Fela es parte del espíritu central del espectáculo, en el show de Seun sólo hay espacio para re versionar una canción de su leyenda. Las maratónicas "Pansa Pansa" (1992) y "Expensive Shit" (1975) alternan el honor.
Suele repetir en sus escasas entrevistas que no cree en la industria de la música y que su permanencia en Lagos se explica por sí sola."Saco inspiración del ambiente, de mi gente y sus luchas", decía en su anterior visita a Chile en 2016.
Pese a eso, y tal como siempre lo hizo padre, el mensaje político de sus canciones se canta en inglés para "mayor conveniencia". Lo importante es que el mensaje pueda llegar al mundo, piensa.
"Me prometen justicia y luego encarcelan a los pobres", grita furioso en una de sus canciones convertidas en consignas.
Con Pitchfork catalogando el último de sus trabajos una "fantasía revolucionaria" y tener una actitud "lo suficientemente humilde como para reconocer su lugar dentro de un linaje más grandioso", Seun Kuti espera en el Lollapalooza Chile visibilizar algo más que un ritmo.