Dicen que es la Bowie femenina. Dicen también que es provocativa, rupturista, sentimental, emotiva y descarnada, una artista de tomo y lomo. Sobre St. Vincent comentan además que su canción más sentida, New York, no se la dedicó a su ex, Cara Delevigne, sino que trata de otra cosa, de Bowie en palabras de la propia cantautora nacida en Oklahoma pero criada en Texas. Todo y nada puede ser en la vida de St. Vincent, que vuelve a Lollapalooza Chile consagrada como una de las voces más inquietas y brillantes de la última década.
St. Vincent, cuyo verdadero nombre es Anne Erin "Annie" Clark, facturó en 2017 uno de los mejores discos de esa temporada: Masseduction, que no sólo es erotismo, sino que desamor, drogas, sexo, soledad, fiesta y algo de furia. Todo, envuelto en un synth pop maduro y con la marca registrada de la compositora en los solos de guitarra con una pedalera a tope. "Nueva York no es Nueva York sin tu amor. He perdido a un héroe. He perdido a un amigo", narra en New York, clara referencia a una relación pasada y a los iconos musicales muertos en 2016.
Con apenas 36 años y una voz muy reconocible, St. Vincent seduce arriba del escenario, con uno de los mejores shows en vivo del momento. Puede estar sola, con su guitarra eléctrica colgada al cuello o con su banda. Puede tener un cuerpo de danza a su lado o sólo una pantalla. De cualquier manera su apuesta impacta, por su carisma, su música y porque se ve fresca, con ganas de comerse el mundo y a la vez mandar todo al carajo, como la letra de "Pills", otro corte de su extraordinario último álbum.
Clark es una artista que quiere reinventarse disco tras disco, precisamente como lo hizo Bowie en su momento. Es inquieta, al punto que meses atrás publicó MassEducation, una segunda vuelta de los temas de Masseduction, pero solo con voz y piano. Hay también en St. Vincent algo robótico en clave Kraftwerk, algo de Prince, algo de Kendrick Lamar y de David Byrne, con quien trabajó y despachó Love This Giant, en 2012.
Desde su inolvidable presentación en Lollapalooza 2015, no ha pasado mucho tiempo, pero en la carrera de St. Vincent sí. En los últimos años, no ha hecho otra cosa que ir en ascenso, algo que otras cantantes de su generación no pueden decir. "Pensé que te estabas muriendo", narra en "Young Lover", descreía, sin pelos en la lengua y con su marca registrada consolidada.