Esta semana se rindió en Chile la Prueba de Selección Universitaria (PSU), la cual determina desde hace unos años el ingreso a la Educación Superior de los estudiantes nacionales. De ello hablamos con el astrónomo, astrofísico y docente José Maza, autor de los libros Somos polvo de estrellas y el reciente Marte: la próxima frontera.
¿Qué opinión tiene de la prueba el profesor Maza? "La PSU es una prueba de selección tan mala como muchas otras más que uno pudiera hacer. Mide ciertas habilidades, no mide otras. La PSU es el foco de todos los colegios y desgraciadamente la enseñanza secundaria en Chile se 'PSUsó', es decir se puso todo en función de la PSU. Lo que entra para la PSU es bueno, lo que no entra, es decir ser una persona decente, leer una poesía, escuchar una linda música no entra para la PSU, entonces en el colegio no hay para qué enseñarlo", afirma.
"Todo lo que te enseñan es para la PSU. En ese sentido la culpa no la tiene el chancho, sino los que le están dando el afrecho", añade.
Sin embargo, el astrónomo va más allá. Asegura que le preocupan los rendimientos dispares por género en los puntajes nacionales, los cuales en la rendición del año pasado arrojaron que, en promedio, de cada cinco estudiantes, 4 eran hombres y solo 1 era mujer. "Chile tiene una deuda enorme en la educación de las mujeres. Las mujeres son muy talentosas y no las estamos educando. Por qué, no tengo idea, pero los números muestran que el rendimiento de las mujeres en la PSU es mucho peor que el rendimiento de los hombres", dice Maza.
La reflexión del Premio Nacional de Ciencias Exactas en 1999 no se queda ahí. Según él deberían existir institutos de enseñanza técnica de calidad, de los cuales 3-4 estudiantes de cada cinco deberían ir a institutos profesionales o Centros de Formación Técnica. "La universidad no es para todos (...) Un médico, un tipo que tu vida en un momento dado va a estar en las manos de él, queremos que sea un gallo con un conocimiento acabadísimo y que sea un tipo inteligente y que sepa resolver situaciones. Queremos que realmente los médicos sean lo mejor de lo nuestro".
"Tenemos que aprender a hacer las cosas bien. Chile, para salir del subdesarrollo tiene que salir de la mediocridad. Chile no puede ser un país donde uno ponga una tapita de cerveza para que la mesa no cojee", cierra el profesor.