En una era donde la tecnología avanza a pasos agigantados, Sebastián Errázuriz (1977) quiere trabajar acorde a los tiempos. Si antes intervino parques o estadios instalando cruces y árboles, ahora esculpe digitalmente y juega con la realidad virtual. "A futuro el 70 % de mi tiempo será en realidad aumentada. Para mí no tiene tanto sentido seguir haciendo trabajos físicos", dice el artista y diseñador chileno radicado en Nueva York.
A 15 años de su última exposición en Chile, Errázuriz vuelve con El principio de el fin, muestra que se inaugura hoy en CorpArtes. Una especie de advertencia sobre la evolución tecnológica y las consecuencias que esta podría alcanzar en la sociedad. "El futuro no será una evolución biológica, sino que será una evolución tecnológica en la cual tal vez dejemos de ser los protagonistas de la evolución", comenta.
Nacido en Chile, Sebastián Errázuriz ha pasado gran parte de su vida en grandes ciudades. Cuando niño vivió en Londres con sus padres y luego volvió a Santiago. Estudió diseño en la Universidad Católica y realizó una maestría en bellas artes en Nueva York, lugar donde ha desarrollado gran parte de su carrera.
Tras su retrospectiva en el Carnegie Museum of Art en 2015, Errázuriz se tomó las pantallas de Times Square en Nueva York. Allí, utilizó 50 pantallas para su obra A pause in the city that never sleeps, en la que proyectó un video en blanco y negro con un primer plano de él mismo bostezando. Un contraste con la inmensa cantidad de avisos publicitarios y el agitado ritmo de la ciudad.
Apocalipsis digital
Durante los últimos cinco años, Sebastián Errázuriz se ha dedicado a revisar detalladamente noticias e investigaciones en torno a la tecnología. Con esa información como base, estructuró 10 temáticas que guían El principio del fin. Cada una de ellas profundiza en aspectos específicos, desde cómo la ciencia es el espacio donde hoy se buscan las respuestas, pasando por la influencia de grandes imperios como Facebook y Amazon, hasta el rol que terminará ocupando la inteligencia artificial.
Para hablar de cada tema, Errázuriz utiliza distintos formatos. Primero proyecta 50 screenshots de noticias vinculadas a cada uno de los temas. También, presenta teléfonos celulares con videos donde el mismo reflexiona sobre la tecnología. Sin embargo, donde apuesta por otorgarle un rostro a cada uno de estos motivos que estructuran la muestra, es con el diseño computacional de figuras de fundadores de grandes imperios tecnológicos como Steve Jobs, Mark Zuckerberg, Edward Snowden, Elon Musk, entre otros, adaptados al estilo de las esculturas griegas y romanas clásicas.
"Todas las esculturas e imágenes fueron construidas en el computador. Lo que hacemos es esculpir en el computador y en lugar de ocupar un cincel y un martillo, vamos pasando un mouse", explica.
Esos diseños virtuales son los que se pueden apreciar en impresiones en papel, esculturas 3D impresas en un laboratorio de la Universidad de Nueva York, y a través de realidad virtual con una aplicación especialmente diseñada por el artista, AllWorld.
Con ese mismo software, Errázuriz instalará digitalmente sus esculturas en el MET en Nueva York, en el British Museum en Londres, y en el Louvre en París, lugares donde mediante la aplicación es posible ver virtualmente las piezas junto a las grandes obras de arte expuestas en esos museos.