Paul, Picasso y Papillon
La historia tras los casi seis minutos de "Picasso's last words (drink to me)", un tema de McCartney influenciado por el actor Dustin Hoffman en una playa de Jamaica y grabado en Nigeria.
Live and let die no fue solo una exitosa película del James Bond de Roger Moore: recaudó más de 160 millones de dólares y significó un nuevo despegue para Paul y Linda McCartney, la dupla que había compuesto —junto a Wings— su tema central.
Así comenzaban las vacaciones del matrimonio McCartney en 1973, en Jamaica, donde arrendaron una casa en las afueras de Montego Bay. Allí precisamente leyeron en un diario local que Dustin Hoffman y Steve McQueen estaban en la ciudad filmando Papillon.
"Pensamos que sería genial conocer a Dustin, cenar con él, así que Linda lo llamó. Ella es buena en eso, a mí siempre me da vergüenza", contó Paul en una entrevista de la época con Rolling Stone.
Tras esa llamada, los McCartney conocieron a Hoffman y se hicieron amigos, según consta en la biografía del ex Beatles publicada por Philip Norman.
El actor, de hecho, trajo la inspiración para "Picasso's last words (drink to me)", el octavo tema de su disco Band on the run.
Las últimas palabras de Picasso
"Dustin dijo que era un don increíble poder componer una canción. Yo siempre dije que es como cualquier otro don. Como ejemplo, su talento para actuar. ¡No sabes de dónde sale, simplemente lo haces!", contó el ex Beatles de la conversación.
Unos días después, volvieron a reunirse y Hoffman le contó de una noticia urgente que había leído en Time. Pablo Picasso, reunido con sus cercanos, supuestamente dijo: "Beban, beban por mí, porque saben que yo no puedo beber más". Entonces el español se largó a pintar un poco y luego se fue a dormir a las tres de la madrugada.
A la mañana siguiente no se despertó, lo encontraron muerto.
"Estuve pensando en lo de componer. Vi una cosa en la revista Time sobre Picasso, que me pareció muy poética. Creo que sería muy bueno hacerle una música", le dijo el actor.
"Yo tenía la guitarra colgada", cuenta McCartney en Rolling Stone. "La llevaba a todas partes, y rasgué un par de acordes y supe que no podía salir mal, y empecé a cantar 'Drink to me, drink to my health', y Dustin se levantó de la silla y gritó: '¡Annie! ¡Annie!'. Su esposa. Decía: '¡Annie! ¡Es increíble! ¡Lo está haciendo! ¡Está componiendo! ¡Está pasando!".
En agosto de ese mismo año, luego de unos días en Escocia tras una gira de Wings, los McCartney se instalaron en Lagos, Nigeria, para grabar "Picasso's last words (drink to me)" en el estudio de Ginger Baker en ese país.
Según contó Paul: "Picasso era exagerado en sus cuadros, hacía un montón de cosas diferentes, fragmentos, el cubismo y todo eso. Y pensé que sería lindo hacer un tema un poco así, con diferentes estados de ánimo, cortarlo, editarlo, jugar un poco: como él hacía con los cuadros".
Luego explicó: "Cuando ves sus grabaciones pintando, él pinta de una vez, y si no le gusta, lo pinta de nuevo, encima de lo anterior, y después de 25 veces tiene su cuadro. Tratamos de emular esa idea".
https://open.spotify.com/track/2m2aNLNL0V5bZJqG8A8fiE?si=nqM28MEaQTuXZFtnq_ZchQ
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.