Sobriedad y desnudez son los términos empleados para describir el arte de The White Album, ideado tal vez como una reacción al barroco y la exuberancia de Sgt. Pepper, su trabajo previo a The Beatles y Magical Mystery Tour.

En su carátula, la banda encargó a Richard Hamilton, siguiendo la recomendación de Robert Fraser, responder a ese enfoque.

Empleando el minimalismo del pop art, Hamilton les sugiere ser muy sobrios y propone la famosa portada blanca y un título lacónico, simplemente: "The Beatles".

El artista añade luego la idea de numerar cada ejemplar y de grabar en relieve el nombre de la banda.

Según el libro Todo sobre los Beatles, la historia de cada una de sus 211 canciones (Blume), de Jean-Michel Guesdon y Philippe Margotin, convencer a EMI no fue fácil, pero finalmente se aceptó el concepto.

La copia número 0000005 fue comprada por más de 24 mil euros en el aniversario número cuarenta del disco, celebrado hace una década, cuando un coleccionista la vendió a través de eBay. Los cuatro primeros se habían reservado para cada uno de los Beatles.

"El número 0000001 fue para John porque era él quien gritaba más fuerte", contó McCartney en el libro Paul McCartney, many years from now (Secker & Warbug), de Barry Miles.

Para el interior, Hamilton incluyó fotos y documentos personales de The Beatles, además de cuatro retratos. Eso sí, no hay ninguna imagen de grupo.