Según cuenta el ingeniero de sonido Geoff Emerick, durante una de las primeras jornadas de grabación del White Album, John Lennon entró raudo a la sala de control del estudio. Le seguía una mujer menuda con una cámara fotográfica colgada de un hombro. Sin saludar a Emerick, el beatle la sentó en una silla y luego salió en dirección a la sala donde le esperaba el resto de la banda. Tras unos instantes, el compositor de "Help!" regresó y presentó a la visitante: "Ésta es Yoko".

A partir de ese día y hasta el final de la carrera de los ingleses, la artista conceptual Yoko Ono se sentó junto al músico en todas las sesiones de grabación. Esa coyuntura, inédita hasta entonces, tensionó al resto de la agrupación de Liverpool, pues no estaban habituados a recibir gente ajena a la banda.

McCartney, el histórico socio creativo de Lennon, estaba especialmente molesto por la presencia de la japonesa en el estudio. "John necesitaba la presencia de Yoko. No se lo reprocho, estaban profundamente enamorados (…) pero me reventaba verla sentada en uno de los amplificadores. No sabíamos cómo decirle '¿quieres levantarte de mi amplificador?' sin interferir en su relación", cuenta en el libro The Beatles Anthology.

Para el creador de "Come Together" el llevar a su pareja al estudio tenía sentido, pues la consideraba una fuerte influencia creativa. "Nuestra relación es de maestro y alumno. Eso es lo que la gente no entiende. Ella es el maestro y yo el alumno (…) Yoko me despertó realmente. Se enamoró de mí, no del famoso, y a través de eso sacó lo mejor de mí", relató a Playboy en 1980.

Según la periodista Nayive Ananías, la nipona aportó con su background artístico a su nueva pareja. "Su influencia es desde el vanguardismo, el arte conceptual que ella le transmite. Eso influyó positivamente en su musicalidad", afirma. El editor de Rockaxis, Nuno Veloso, complementa: "Al conocer a Yoko, él se liberó de todas sus trancas con la fama, con el pop, con un montón de cosas. Todo eso terminó catapultado en las canciones. Empezó a probar cosas nuevas".

Por ello es que la asiática no se limitó a permanecer sentada en el estudio Abbey Road, sino que también participó en el álbum. Su voz se escucha en una línea de "The continuing story of Bungalow Bill" y en los coros de "Birthday". Pero su participación clave fue en el collage sonoro "Revolution #9", que la pareja preparó por dos días recopilando loops, sonidos de orquestas, mellotrón y algunas voces, como la que dice "number nine" al principio.

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John y Yoko se conocieron la noche del lunes 7 de noviembre de 1966 en la víspera de la inauguración de la muestra Unfinished Paitings & Objects que la japonesa montó en la galería Indica, la que se ubicaba en el sótano de la librería del mismo nombre en Londres. En ese momento ella tenía 33 años y él 26, cumplidos hacía poco menos de un mes. Ambos estaban casados con otras parejas de las que acabaron divorciándose.

Tras un tiempo de intercambio de cartas y llamadas telefónicas, en mayo del 68' el músico invitó a Ono a su casa en Kenwood, aprovechando que su esposa, Cynthia, estaba en Italia. Esa noche no solo comenzó el romance, sino que grabaron el álbum experimental Two Virgins en que desarrollaron música abstracta, con uso de loops, gritos, acordes disonantes y sonidos de la naturaleza.

Con sus 32 minutos de duración esa placa fue la segunda que editó Apple Records, el sello creado por los fab four. Sin embargo, tanto EMI como Capitol se negaron a distribuirla, debido a la foto de la carátula en que sus creadores se retrataron desnudos, por ello recurrieron a compañías independientes. "La foto pretendía demostrar que no somos un par de monstruos dementes, que no somos deformes en ningún sentido y que estamos mentalmente sanos", explicó Lennon al respecto en The Beatles Anthology.

Nayive Ananías analiza los alcances de ese polémico LP. "La colaboración entre ellos es de otro mundo. Es arte experimental, es minimalista. Y encima hacerlo con la voz de Yoko, que no es musical, es ruidosa y molesta, pero rompe con los esquemas de la trayectoria de Lennon. Sin ella, 'Imagine' no hubiese sido compuesta".

Para Nuno Veloso la propuesta de Two Virgins coincide con un período en que el beatle se desmarcó de algunas convenciones de la música popular. "Sus canciones siempre fueron muy pop, muy Dylan, por ejemplo, 'I'm a loser' y 'Help!' son completamente Dylan. Pero acá se liberó y comenzó a jugar con las estructuras", detalla el periodista.

En el Rock n' Roll Circus de los Rolling Stones, en diciembre de 1968, Yoko participó junto a The Dirty Mac, la superbanda creada por John, en el tema "Whole Lotta Yoko". Se trató de una improvisación en que, a partir de una base de blues y el acompañamiento del violinista Ivry Gitlis, la artista canta en su particular estilo. Pura experimentación.

Tiempo después la pareja editó otros álbumes como Life with the lions, The wedding álbum, Some time in New York City –en que se encuentra el tema "Woman is the nigger of the world", inspirada en una frase acuñada por Ono-, Plastic Ono Band y Double Fantasy. El último tema que trabajaron juntos fue "Walking on thin ice" (1981), un tema pop que alcanzó el nº58 en el ranking Billboard, siendo el primer y único tema de la japonesa en alcanzar las listas internacionales.

Toda la tensión provocada por la irrupción de Yoko, originó el mito que achaca a la nipona la separación del cuarteto. Según Veloso, esa afirmación no tiene fundamento. "La gente tiende a pensar eso sobre ella, pero yo creo que el fin tiene que ver con la muerte de Brian Epstein –manager de la banda-, porque nadie supo qué hacer. McCartney intentó mantenerlos con proyectos, pero al final se sentían obligados". Por su lado, Nayive Ananías analiza: "El foco de Lennon con los Beatles se desvía, y ella llena ese espacio. Entonces posiblemente emergieron celos profesionales. Él dijo que los Beatles tarde o temprano se iban a acabar, se les estaban terminando las ideas. Yo creo que simplemente fue un factor más".