En un año dominado por solistas y el género urbano en todas sus acepciones (desde el R&B sintético de Drake al reggaetón universalista de J Balvin), la potente irrupción del septeto surcoreano BTS en el pop internacional, más que una simple rareza, es una hazaña de enormes proporciones. Pese a que sólo uno de sus integrantes habla inglés fluido y a que casi todas sus temas están cantados en coreano, este 2018 el conjunto de Seúl fue rompiendo una a una todas las barreras del mercado anglo y se transformó en la revelación de la temporada, coronada con su histórico primer lugar en la encuesta para Persona del Año de la revista Time, superando a políticos y a otros artistas.
Uno que ha seguido de cerca el suceso del conjunto de pop coreano así como su impacto en las redes sociales y entre su ARMY (como se le conoce a su legión de fans) es el inglés Adrian Besley, autor de la biografía no oficial BTS: Íconos del K-pop, que llegó este mes a las librerías chilenas (Penguin Random House). Para el investigador, el fenómeno que protagoniza la banda y su salto de este año se debe a factores diversos. "No creo que haya una sola característica. Otros grupos habían allanado el camino para crear conciencia del K-pop, pero BTS tenía algo extra: encanto, franqueza y carisma", comenta a La Tercera.
Motivado por el fanatismo de su hija adolescente, Besley se propuso contar toda la historia del grupo para explicar cómo conquistaron el mundo. Así, en las páginas de su libro, detalla las particularidades que desde el comienzo mostró la banda que integran Jin, Suga, J-Hope, RM, Jimin, V y Jungkook: desde su creación en 2013 por fuera de las tres compañías que dominan el mercado del K-pop, hasta sus letras, que a diferencia de las de otras bandas del género exponen libremente los problemas que afectan a los jóvenes de Corea del Sur. "Pero esto no sería suficiente sin las voces y el baile, que creo que ofrece algo que faltaba en Estados Unidos", señala el autor.
Desde la publicación del libro en su país, a mediados de este año, BTS ha sumado nuevos hitos: además del mencionado triunfo en el listado de Time, se convirtió en el primer grupo de K-pop en ser nominado al Grammy y en ocupar la portada de Billboard, además de ubicarse como el segundo grupo más escuchado en Spotify a nivel mundial en 2018 (sólo superados por Imagine Dragons).
"Me gustaría que ganaran un Grammy por su música y creo que podrían ser invitados a jugar un papel más importante en la ONU", comenta Besley, quien proyecta lo que viene para el género: "BTS son realmente especiales, pero han allanado el camino para otros. No estoy seguro si los otros fenómenos actuales del K-pop tengan lo que se necesita para igualar su éxito, pero no me sorprendería si surgiera un grupo que coseche lo que lograron o incluso los supere".
¿Cuál es el impacto que tiene Chile en esta historia de ascenso imparable? Si bien el autor menciona brevemente en el libro los shows que BTS dio en Santiago en 2015 y 2017 (tres Movistar Arena en total), asegura que los fans chilenos "son parte integral del poder de la Ola Coreana, porque fueron de las primeras personas fuera de Asia que notaron que el sonido, el estilo y la espectacularidad de la música coreana podía cruzar las fronteras".
Salen tickets para festival de K-pop
Tal como adelantó La Tercera en noviembre, el Estadio Nacional recibirá en enero el desembarco del SM Town Live, el más ambicioso espectáculo en vivo de K-pop realizado hasta ahora en Sudamérica, protagonizado por algunos de los grupos más populares del género. La producción, que contempla dos fechas seguidas en Ñuñoa (18 y 19), oficializa hoy los valores de sus entradas, que saldrán a la venta esta semana a través de Puntoticket. Gonzalo García, CEO de la productora Noix, comenta que se trata de un montaje inédito para el país, con tres escenarios (y dos sub-escenarios) repartidos en la cancha, 450 metros de pantallas LED, 350 tiros de pirotecnia y cuatro carros de golf que usarán los artistas para desplazarse entre las plataformas. El evento, que incluye shows de bandas como Super Junior y EXO, se comenzará a montar seis días antes y espera reunir a 35 mil personas por día.