En junio de 1986, Jorge González ya había compuesto gran parte de las canciones del segundo disco de Los Prisioneros. Bajo el nombre Pateando Piedras, el trío que completan Miguel Tapia y Claudio Narea, grababan las canciones “Muevan las industrias”, “Por qué no se van” y “El baile de los que sobran”, conservando el espíritu contestatario que dieron a conocer en su debut La voz de los 80.
Con los temas ya registrados y la aprobación de Sello EMI, solo hacía falta definir la imagen que querían para su segundo álbum de estudio.
"Me pidieron hacer fotos para ese disco, entonces lo que hice fue ir a buscar a Jorge a su casa, y ahí se juntaron Claudio y Miguel. Fuimos en mi auto por la Autopista Central e hicimos fotos en distintos lugares", recuerda Jorge Brantmayer, fotógrafo a cargo de inmortalizar la nueva portada, en conversación con Culto.
Fue a propósito de su canción "Muevan las industrias" que Brantmayer decidió buscar fábricas como uno de los tantos posibles escenarios.
"Otro día fui a sus casas temprano en la mañana, les saqué fotos mientras se levantaban. Después sacamos unas en Providencia, otras en el Burger Inn, unas en un mall que estaba en Pedro de Valdivia con 11 de septiembre -que ahora se llama Nueva Providencia- (...) En el fondo tenía que encontrar o inventar situaciones distintas", explica el fotógrafo de 64 años.
Brantmayer reconoce no ser un usuario frecuente del Metro de Santiago, por lo que tiende a confundir las líneas y sus correspondientes calles, pero sí recuerda a la perfección que tomó la imagen elegida en un tramo en que los vagones pasaban por la superficie, en la Línea 2 con dirección a San Miguel.
"Esa foto la saqué en un momento que entró luz natural. En el metro hay poca luz, y en ese tiempo lo que se usaba era la diapositiva en colores. Me acuerdo que algunas quedaron movidas y otras se salvaron un poquito", detalla Brantmayer sobre la fotografía que muestra a Miguel Tapia con la espalda apoyada, mientras Claudio Narea y Jorge Gonzalez miran hacia la cámara con una sutil sonrisa.
"No fuimos específicamente a sacar esta foto del metro. Nació la idea cuando ya estábamos en el lugar, porque se veían bien ahí. No sé quién la habrá elegido al final, no sé si fue la EMI, los cabros... pero esa quedó", relata Jorge Brantmayer sobre la elección del lugar.
No fue fácil para el fotógrafo dar con una imagen que dejara contentos a los hombres de "Por qué los ricos". Tras discutir varias ideas, el trío rock buscó identificarse con lo más simple: lo cotidiano. "Jorge González es un tipo muy particular. Había que proponerle constantemente cosas, yo le decía 'Mira tengo esta situación', y algunas me las descartaba porque le parecían ridículas o qué se yo, o consideraba que no iban con el perfil de la banda. Pero ese momento de metro es una cosa importante, porque todo el mundo lo usaba y ellos se reconocían como del pueblo".
"En la portada definitiva están como están no más. No miran a la cámara con cara de enojados. Eran súper cabros chicos, es increíble que alguien a esa edad haya hecho todo eso, escribir un disco con tanta fuerza como Pateando Piedras, con tanto contenido tan potente. Aunque ese en realidad fue Jorge González", cuenta el artista visual, quien pretendía obtener reacciones espontáneas, pero sin dejar de lado la rebeldía. "El más risueño era Claudio Narea, pero no era lo que buscábamos. Los Prisioneros era un nombre contestatario, entonces no podíamos dejarlos salir sonriendo".
No fue difícil la sesión en cuanto al uso de espacios públicos. Apenas había transcurrido un año desde La voz de los 80 y aún no provocaban la histeria de la fanaticada. "No eran como los Beatles. A lo más un 'Hola, compadre'. Además, a Jorge Gonzalez le cargaba todo eso", precisa Brantmayer.
"Hicimos fotos caminando pateando piedras por San Miguel, unas con unas almejas que encontré en una feria, fuimos en el auto buscando fábricas, industrias por 'Muevan las industrias' y una de esas la ocuparon en la portada de un single. Antes, todo eso era una especie de campo abierto, así que llegamos y nos metimos ahí a sacar varias fotos. Más que las del Metro, me gustaron las caminatas por San Miguel, porque las ferias, los perros, las calles, todo eso, era muy de ahí", concluye el hombre tras la cámara.