Viajaba en el Metro de Madrid leyendo un libro, cuenta Patricio Pron. Levantó su cabeza y vio que muchas personas movían sus dedos en su celular como realizando un proceso de selección. Estaban eligiendo perfiles en la aplicación para encontrar pareja llamada Tinder.
Fue el inicio de la historia de Ella y Él, los protagonistas de Mañana tendremos otros nombres. La novela se adjudicó por unanimidad esta mañana la edición XXII del Premio Alfaguara que entrega la millonaria suma de US$ 175 mil ($ 117 millones).
No Soy Stiller fue el seudónimo que usó el narrador argentino Patricio Pron (43) para presentarse al premio con el título provisorio de El museo de las relaciones rotas. "El editor Claudio López Lamadrid me invitó a presentarme a este premio", señaló Pron en conferencia de prensa, recordando al director editorial de Penguin Random House, fallecido el pasado 11 de enero, a los 59 años.
Este año el Premio Alfaguara tuvo una convocatoria de 767 manuscritos, de los cuales 313 han sido remitidos desde España, 155 desde Argentina, 104 desde México, 93 desde Colombia, 41 desde Estados Unidos, 33 desde Chile, 19 desde Perú y 9 desde Uruguay.
"Dedico este premio a mi esposa, la gran sostenedora de este proyecto, agradecer a mis editores, compañeros de mi oficio de Babelia y Letras Libres… También dedico el premio a los periodistas que han perdido sus trabajos en Argentina, México, Chile, y sobre todo a los 11 periodistas que fueron asesinados en 2018 en México", comentó Pron.
El jurado estuvo presidido por el escritor español Juan José Millás y compuesto por los también escritores Jorge Fernández Díaz (Argentina) y Manuel Vilas (España), la editora Gunilla Sondell (Suecia), la directora de la librería Oletvm de Valladolid, Estrella García (España), y Pilar Reyes (con voz pero sin voto), directora editorial de Alfaguara.
Ellos destacaron de la novela "la fascinante autopsia de una ruptura amorosa, que va más allá del amor: es el mapeo sentimental de una sociedad neurótica donde las relaciones son productos de consumo. Bajo la anonimia de unos Él y Ella, construye la historia de dos personajes que son vagamente conscientes de su alienación. Un texto sutil y sabio, de gran calado psicológico, que refleja la época contemporánea de manera excepcional y toma el pulso a las nuevas formas de entender los afectos".
