Green Book es una película que sabe jugar con la emoción y el humor. Es muy poco pretensiosa, y probablemente sea la típica película que pasa "piola" entre los nominados a los Oscar (aunque tengo mis fichas en la nominación de Mahershala Ali).
Tony Vallelonga (Viggo Mortensen) es un hombre rudo, trabaja en un club nocturno y siempre soluciona los problemas que se le presentan (ya sea por la razón o la fuerza). Don Shirley (Ali) es un pianista clásico que inicia su primera gira en el Sur Profundo de Estados Unidos. El problema es que Don es afroamericano, y para poder sobrevivir en los estados más racistas del país necesita un guardaespaldas blanco. A Tony no le interesa tener un jefe afroamericano (¡Imagínate lo mal parado que queda frente a sus amigos!) pero Don le ofrece suficiente dinero para que se trague su orgullo.
Así como Schindler logró que cientos de judíos fuesen libres gracias al dinero (no a la ética, el sentido moral o algún vacío legal), Tony protege a Don porque así su contrato, hay una familia que alimentar y "trabajo es trabajo". Sin embargo, a medida que avanza la película la amistad también crece, el trabajo de guardaespaldas se complementa con el deber de un amigo.
Si bien la película muestra situaciones de violencia física que sufre Don a causa de su color de piel, me quedaron más marcadas esas situaciones pequeñas, sutiles e indignantes que hoy podemos decir que son racistas. Son todos esos "pequeños malos ratos" los que nos hacen entender que puedes ser racista sin golpear ni herir. Son momentos donde los personajes prefieren perpetuar comportamientos racistas simplemente porque "todos están acostumbrados" o "así se hace aquí". Don es un genio musical, con educación universitaria y bastante dinero ¿Creen que eso lo salva del racismo? Al igual que Schindler, Tony maneja un presupuesto para arreglar los "problemas" que se le presentan a Don. Ese dinero sirve sólo porque Tony, el hombre blanco, hace el trato.
Mientras veía la película, no dejaba de pensar en cómo "el hombre negro necesita al hombre blanco para sobrevivir". La minoría necesita al grupo poderoso para poder ser respetada. En las conversaciones de amigos cada vez converso más la idea de "chequear tus privilegios". Probablemente has tenido una vida difícil, pero es seguro de que hay una ventaja que tienes por sobre otro sólo por tu género, color de piel o incluso edad. Si queremos construir una sociedad más tolerante debemos hacer esa reflexión (y ojalá conversarlo con nuestros amigos, parientes o cercanos), no para sentirnos culpables, sino para saber cómo mejorar nuestra comunidad.
Green Book me permitió reflexionar y reír porque ambos personajes tienen un diálogo constante. Lo mejor es que ambos logran aprender del otro, porque entienden que debajo de la piel hay personas.
¿Es necesaria en el 2019? Definitivamente. Necesitamos películas que nos recuerden que la mejor manera de lidiar con los prejuicios es conversando con los otros. Sólo conociendo a las personas dejamos de mirar el color de piel.