Se posicionó como un fenómeno de taquilla desde su estreno, en febrero de 2018, logrando el sexto mejor debut de la historia de Estados Unidos, mientras era centro de algunas de las críticas más elogiosas de la franquicia Marvel y era recibida como un hito social y cinematográfico, portada de la revista Time incluida. Pero ni en ese entonces, cuando se consolidó como la más millonaria del año en EE.UU. (más de US$ 1.3 millones en el mundo), ni tampoco hasta hace unas semanas, se pensaba con claridad que el furor por Pantera Negra se traduciría en posibilidades reales de disputar algo en la temporada de premios, terreno en general árido para las superproducciones y, particularmente, para los superhéroes.
Sin embargo, el panorama para la primera cinta de Marvel con un protagonista negro ha dado un giro radical. Primero, en diciembre, los Globos de Oro le concedieron tres nominaciones (no ganó ninguna) y a inicios de mes recibió el respaldo del Sindicato de Productores (PGA, por sus siglas en inglés) con una nominación.
Sus aspiraciones se volvieron más serias la semana pasada, cuando la Academia la nominó a siete premios Oscar, incluyendo Mejor película, categoría en la que jamás una cinta de superhéroes había logrado una candidatura y en la que muy pocos blockbusters han logrado colarse.
Y la arremetida definitiva -que puede ser crucial- llegó este domingo, en que se coronó como la gran ganadora de los premios del Sindidato de Actores (SAG) al obtener el premio a Mejor elenco, que recibió su estrella, Chadwick Boseman, flanqueado por Lupita Nyong'o, Michael B. Jordan y el resto del reparto. Una victoria contra todo pronóstico, por tratarse de un millonario filme de acción y superhéroes y, sobre todo. porque ninguno de sus actores postulaba a las categorías individuales (marca sólo conseguida por El señor de los anillos: El retorno del rey y The full monty). También porque se enfrentaba a otras contendientes, en teoría, con mayor potencial de recibir un galardón que premia el desempeño de los actores, como El infiltrado del KKKlan, Nace una estrella o Bohemian rhapsody (todas nominadas al Oscar). Sin embargo, se terminó imponiendo el reconocimiento a un reparto atípico para Hollywood y sus superproducciones: excepto Andy Serkis y Martin Freeman, todos son actores negros.
Aunque entre las aspirantes al principal premio de los SAG no estaban Roma y La favorita, las máximas nominadas al Oscar, el respaldo que obtuvo Pantera Negra puede ser fundamental; siguiendo la historia reciente del premio, cinco de las últimas diez ganadoras luego se llevaron la estatuilla dorada. Así, impulsada por su éxito en salas (en el año que la Academia terminó abortando la entrega del premio a la película popular), la cinta de Marvel queda en un lugar estelar, justo en medio de una temporada que no ha tenido una gran favorita.
Si bien Green book: una amistad sin fronteras se quedó con el premio del Sindicato de Productores, es complejo hacer apuestas con la "nueva" Academia. Tal vez a los ojos de una institución que se ha ido transformando con la inclusión de nuevos votantes, y últimamente ha tomado decisiones inusuales para su historia (las más recientes ganadoras son una película independiente dirigida por y sobre un afroamericano, Luz de luna, y la fantasía romántica creada por un mexicano, La forma del agua), podría ser cómodo elegir una cinta que, sin ser completamente revolucionaria, se distingue de otras de su género, tiene algo que decir sobre el mundo actual y el orgullo de ser negro, es dirigida por una joven promesa (Ryan Coogler, de 32 años) y cuenta con un elenco que representa todo lo que se exigía cuando hace unos años surgió la consigna #OscarsSoWhite.