Es 1950, y los Estados Unidos no sabe que vendrán tiempos de cambios. Tras la Segunda Guerra Mundial, una atmósfera mantenía a la sociedad apagada y depresiva. El panorama cambió de cuajo, cuando un nuevo estilo transgresor transformó la actitud de la juventud, siendo la música el motor que cambió una época.
Uno de los responsables de la popularidad del rock and roll es Buddy Holly, un joven intérprete que en poco tiempo logró cimentar una carrera con distintos éxitos pegajosos. "Peggy Sue", "Everyday" o "Not Fade Away" son parte de las melodías con las que conquistó el corazón de los auditores norteamericanos, siempre de la mano de dos guitarras, bajo y batería, instrumentos que según la revista Rolling Stone, le da el típico formato de una banda de rock.
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Este carismático personaje, con sus lentes cuadrados y su pelo rizado, fue parte de una generación que comenzó a popularizar este estilo.
A Buddy lo acompañó Ritchie Valens, un cantante con ascendencia mexicana creador de "La Bamba", una de las canciones en español más reconocidas, quien junto a The Big Bopper, otro músico coterráneo, se tomaron las listas de las radios en esos tiempos.
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The Big Bopper con 29 años, Holly, de 22 y Valens, de 17 eran los músicos más prometedores y la industria veía en ellos un futuro sin comparaciones. Sin embargo, el talento de estos jóvenes se apagaría en las circunstancias menos esperadas.
Winter dance party: la gira maldita
Holly, The Big Bopper, Valens y sus músicos fueron parte de The Winter Dance Party, gira que los haría tocar por 24 ciudades del medio oeste de Estados Unidos. Este tour, que comenzó el 23 de enero de 1959, desde un inicio tuvo pésimas condiciones. Uno de los principales factores fue el clima, el culpable de las decisiones que acabarían con la muertes de este trío dorado.
La gira se realizó arriba de un autobús, el cual contaba con un sistema de calefacción averiado, en fechas en que el invierno está en pleno auge en la zona norte del continente. Este hecho provocó que el día previo al accidente, The Big Hopper estuviese con fiebre al subirse al escenario.
Además, es conocido que Holly se unió a este tour de mala gana, impulsado exclusivamente por los problemas económicos que acarreaba. Pero su dignidad como artista estaba por sobre el dinero, por lo que Holly les dijo a los miembros de su banda, al guitarrista Tommy Allsup y al bajista Waylon Jennings, previo al espectáculo del 2 de febrero en el Surf Ballroom de Clear Lake, Iowa, que iba a alquilar un avión para llegar al próximo destino.
La avioneta adquirida, no contaba con asiento para todos los artistas, por lo que los músicos titulares fueron los "afortunados".
El 3 de febrero de 1959, Holly, Valens y Big Bopper fueron los que partieron un vuelo sin regreso. Poco después de medianoche, el avión se estrelló a menos de diez kilómetros del aeropuerto por errores del piloto y las malas condiciones climáticas. Ninguno de los tripulantes sobrevivió.
El comienzo del legado
Según la investigación del Times, el fenómeno tras la muerte de estos artistas, especialmente con Buddy Holly, provocó algo que la industria jamás había visto y, por lo tanto, explotado. El último sencillo de Holly, "It Doesn't Matter Anymore", había sufrido una caída en las ventas previo al accidente. Los ejecutivos discográficos se sorprendieron al ver que la canción llegaba al número 13 de las listas de éxitos.
Misma fortuna tuvieron los álbumes del chico de lentes, los cuales continuaron vendiéndose, y no solo en el mercado local. Gran Bretaña devoró los discos de Holly más rápido de lo que la discográfica podía producirlos. Cintas Demo, B-sides, sesiones de grabación inéditas, todas ellas dispararon las listas de éxitos británicas y convirtieron a Holly en uno de los antepasados de la invasión británica que golpearía a Estados Unidos cinco años más tarde, con un desconocido cuarteto de Liverpool.
Buddy fue el único de los tres músicos que perdió la vida en ese accidente, y que corrió la suerte de ser exitoso póstumamente. Valens y Big Bopper fueron condenados a estar tras la sombra de la difunta leyenda de 22 años. Si bien "La Bamba" se mantiene vigente, la imagen de quien fue su intérprete original, no.
La memoria es frágil y la vida continuó, Elvis Presley y Los Beatles sanaron las heridas de los fanáticos para que, en el futuro, otras generaciones siguieran experimentando el inusual ritmo.
Pero la historia prevalece, manteniendo a estos difuntos en el grupo de músicos que originó el rock and roll.
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