Cecilia Roth: "Yo fui atropellada, fui abusada. Uno puede tomar conciencia de eso con el tiempo"

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Como parte del elenco de El embarcadero, la serie de los creadores de La casa de papel que llega este domingo 24, la argentina habla con Culto de su nueva colaboración con Almodóvar y de su activismo feminista.


Pieza central de la filmografía de Pedro Almodóvar, ganadora de dos premios Goya, icono de la permanente colaboración entre las industrias audiovisuales de Argentina y España, reputada en el circuito teatral, Cecilia Roth también es una actriz de series. Lo fue en Epitafios, la primera producción de HBO en Latinoamérica, y recientemente en Historia de un clan, la miniserie de Telefe y TNT sobre la familia Puccio, donde interpretó a la matriarca del grupo. Ahora la protagonista de Todo sobre mi madre (1999) vuelve a explorar ese mundo en una de las principales apuestas de series originales de Movistar+, El embarcadero, lo nuevo de los creadores de La casa de papel, donde se anotó como la única actriz extranjera, aunque su permanente vínculo con España se remonte a cuatro décadas atrás, cuando llegó desde Argentina y selló una impecable carrera.

"Me parece que todo lo que trata la serie, sobre los vínculos, sobre las relaciones de pareja, es un tema muy interesante y muy actual", dice Roth al teléfono con Culto desde Buenos Aires. En la ficción (llega este domingo 24 a Movistar Series y Movistar Play), que se ve detonada por la misteriosa muerte de un hombre (Álvaro Morte, El Profesor de La casa de papel) y la inesperada relación que surge entre la viuda, Alejandra (Verónica Sánchez), y su amante, la actriz le pone la dosis de humor a la historia, como la madre de la protagonista, Blanca, una escritora de bestsellers que, ante esos desconcertantes hechos, decide escribir una novela sobre su hija.

"Mi personaje la hace sufrir bastante, con sus salidas un poco delirantes y fuera de lugar. Con Verónica hemos trabajado muchísimo sobre el guión para poder encontrarle un dinamismo a la relación y que no sea solamente esa parte absurda que se ve, sino que tenga un pasado, una historia, un por qué la madre es cómo es, por qué le cuesta tanto vincularse con su hija de una manera normal y natural, y sin embargo, ella está siempre encima. Es una relación muy simbiótica".

-¿Le parece que las protagonistas de El embarcadero guardan alguna similitud con los personajes tan característicos de Pedro Almodóvar?

-Cuando hay un autor que entra en el mundo femenino de una manera verdadera y buscando aristas que no son las habituales, que no son el modelo culturalmente establecido de cómo es y cómo debe ser una mujer, pues siempre tiene una cercanía a otro director que haga exactamente lo mismo. Yo creo que lo que se busca en esta serie y lo que han encontrado muy bien los guionistas y los directores, y también los actores dentro de ella, es sacarse de encima la típica certeza de cómo es una mujer y de cuáles son sus problemas, sus deseos, su día a día. Se ha quitado de encima todos los estereotipos para contar mujeres nuevas, diferentes, distintas a las que vemos habitualmente. En la vida hay muchísimas, pero es difícil encontrarlas en una película, en una serie o en una obra de teatro.

El estreno del proyecto encuentra a Roth en un momento de alta actividad en Buenos Aires, como una de las principales figuras del colectivo de Actrices Argentinas, presente en la discusión en ese país por el aborto o, en diciembre, cuando la actriz Thelma Fardín decidió hacer público que habría sido violada por Juan Darthés cuando era menor de edad y parte del elenco de la ficción infantil Patito feo. Aunque Roth evita asumir que encarna un liderazgo en la agrupación, explica que "estamos vinculadas con actrices de todo el mundo, haciendo proyectos en común", a lo que añade que "todas hemos padecido y padecemos circunstancias particulares que nos unen".

La actriz de El ángel durante el año pasado reveló un episodio de violación de parte de un periodista español en Madrid. Un hombre, según contó a la radio Metro, que era cercano a una expareja con la que había recién terminado y del que no recuerda su nombre. "Me dijo 'vení y charlemos' (...) Terminé haciendo lo que no quería hacer". Ahora también se refiere a las controvertidas declaraciones que dio su colega Carmen Maura sobre las denuncias de abuso sexual, en que indicó al suplemento español XL Semanal: "Que de repente se apunte todo el mundo a decir que las han violado… Pues que lo hubieran dicho antes. La verdad es que a la mitad de ellas no me las creo".

Con calma, Roth dice: "Yo en general le creo a las mujeres. Hemos atravesado situaciones naturalizadas en su momento, que ahora han dejado de ser naturalizadas, y de pronto cada una, se da cuenta. Yo fui atropellada, fui abusada. Uno puede tomar conciencia de aquello con el tiempo tal vez, y a mí, que todo aparezca en este momento, me parece muy importante. Yo me recuerdo de pequeña con miedo de pasar por la calle cuando había tres hombres juntos. Estaba naturalizado, por lo menos en la Argentina y yo creo que en Chile y en todo el mundo también, y me parece fundamental que se empiece a hablar. Si Carmen le cree a la mitad, no es un tema".

De vuelta en lo actoral, en marzo se estrena en España Dolor y gloria, su nueva película con Almodóvar, donde tiene una "pequeña aparición" como parte de una historia semiautobiográfica del director que cuenta con Antonio Banderas como protagonista. "El guión es uno de los más bellos que leí en mi vida. La sensación mientras la filmaba es que es una película de una honestidad brutal".

-¿Se ve en el futuro más involucrada en el mundo de las series?

-Me gusta mucho hacer cine y cuando no lo hago lo echo de menos, pero también hago televisión. La oportunidad de haberlo hecho en España, con una producción tan importante como fue esta, me encantó. Lo trabajé de una manera gozosa.

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