Con el anuncio de los finales de Modern family y The Big Bang theory, pareciera que nos enfrentamos al fin de una era. Porque no sólo son dos de los mayores éxitos de los últimos tiempos, sino que además son ejemplos de series que se ven cada vez menos: por un lado, la comedia que gira en torno a una familia; y, por el otro, la de la sitcom más clásica, con uno o dos set, risas grabadas y cámaras fijas. Y para sumar, también son de los ejemplos cada vez más escasos de las series con 24 capítulos por temporada y sueldos astronómicos.
Y sí, todo esto es cierto. La industria de las series ya no es lo que era antes y en el caso de las comedias esto ha significado paulatinamente poder tomar más riesgos, alejarse de las temáticas clásicas y presentar historias y formatos cada vez más jugados y creativos. Porque si en los Emmy de 1998 las comedias dominantes fueron Frasier, Mad about you y Friends, el 2008 la gran ganadora fue 30 Rock y los últimos años han sido para Veep, Atlanta y The marvelous Mrs. Maisel. Las cosas cambian.
En la actualidad del mundo de las series es difícil predecir qué es lo que vendrá, pero tiene sentido pensar que la línea se seguirá moviendo en el sentido que va, y la comedia seguirá en su rumbo de ser cada vez menos correcta y más intrépida. Pero también sería inocente pensar que esto significa que la vieja y querida comedia, livianita, amable y familiar, ya no va más.
Porque aunque es cierto que hay cada vez más diversidad, y los galardones ya no se van a los Frasier Crane de la pantalla, estas series tienen su lugar asegurado y, de hecho, gozan de buena salud. Fresh off the boat, Speechless y Life in pieces (las tres en FOX) son ejemplos de buenas historias familiares que han logrado, sin mucho bombo, ser renovadas año a año. Mientras hay otras como Will & Grace y Tres por tres que vuelven a la pantalla, con sus risas grabadas y todo, y los canales del cable llenan horas y horas con repeticiones de Friends, Two and a half men y How I met your mother. Esas comedias, para relajarse, pasar el rato y reír un poco, siempre estarán presentes. Quizás no reinando, pero siempre presentes.