Felipe Avello triunfa en Viña con peak de sintonía

Primera Noche Festival de Viña
24 DE FEBRERO DE 2019/VIÑA DEL MAR Felipe Avello, durante la primera noche de la versión 60 del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar 2019, realizado en el anfiteatro Quinta Vergara. FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

En poco más de cincuenta minutos de actuación, el "Pez" se echó al bolsillo la primera noche de festival. En su debut se llevó gaviotas y marcó 45 puntos, el primer peak de sintonía de Viña 2019.


Afuera es alta noche cuando los Oscar premian a "Shallow" de A star is born como Mejor canción original y la señal de Viña del Mar anuncia a Felipe Avello. "El personaje más impredecible de la pantalla", presenta la animadora María Luisa Godoy. "Estudió periodismo pero lo suyo siempre fue la comedia y llega a Viña en su mejor momento", agrega Marín Cárcamo. 37,3 puntos registra el rating del momento, lo que confirma las sospechas: hay expectación. Probablemente haya demasiada gente pegada a la pantalla esta noche.

https://www.youtube.com/watch?v=MZzDqLd_OHU

Hace años que Felipe Avello estira un elástico buscando que se rompa. Lo hizo acá mismo para su premiación como Rey del Festival en 2007, cuando Canal 13 todavía respondía al Vaticano y no a Luksic.

El comediante, provisto de una zunga animal print y su corona, se desnudó en una piscina en horario familiar. No es el único recuerdo de sus empleadores: en su discurso tuvo palabras para los ejecutivos de dos canales —que hoy transmitieron su actuación— y también para el Papa del momento.

Antes de coleccionar sanciones del CNTV —incluso fue detenido— y entradas y salidas de todas las maneras imaginables por todos los canales de televisión abierta, siempre regresando con algo sorprendente, Felipe Avello, el periodista que llegó de Lota, amasó un pequeño circo freak de nombres y situaciones memorables.

Allí están el modelo Luis Pinto cantando tan serio como desnudo o una jubilada profesora de inglés —conocida como Tía de Avello— rociando parafina en Inés Matte Urrejola. La Pequeña Amy Winehouse y Bryan Tulio, el go-go dancer que después promovió como candidato a alcalde. El recordado Niño Méndez y el imitado "¡Están matando un huevón!" de Olmué, frase que tomó prestada de un extraño episodio grabado por Zalo Reyes y su doble.

Como escribió en una columna Pedro Ruminot, Avello es "una especie de Margot Loyola del humor", un recopilador de momentos, situaciones y frases de la vida cotidiana que luego usa en su comedia.

Sus personajes y salidas de libreto se convirtieron en un sello que desbordó la TV hace demasiado tiempo, más o menos cuando comenzó a colonizar Internet, lo que impulsó su paso hacia la comedia en vivo hasta abandonar los platós en 2014.

Atrás quedaban los animales que hizo famosos en conferencias de premios de lotería o lugares que aparecían de fondo en los programas en vivo de otros canales. Su pelea al aire con René Naranjo o cuando ironizaba con sus jefes, el empresario Rodrigo Danús o incluso Sebastián Piñera, a quien le dedicó un momento en SQP que preparó junto a una radio Kyoto y la frase: "usted es millonario/ por eso nunca va a robar".

Mientras gastaba los veranos con funciones semanales en el teatro Alcalá, antes del premio nacional de humor que le entregó la UDP y antes de los contratos con lo más grandes festivales chilenos, Felipe Avello fue un atento observador de la vida nacional que siempre abrió las compuertas de lo inesperado, lo sorprendente, lo inverosímil.

El "Pez" fue irreverente cuando el hastío por las fotocopias de Plan Z, tal vez el único antecedente de su registro en nuestra televisión, y los noteros con la moral CQC era generalizado.

Avello, que en los tiempos de SQP era invitado a abandonar el set durante las menciones publicitarias, para evitar que se burlara de los auspiciadores, comenzó a arriesgar con público en vivo y a presentarse en teatros que llenaba de personas guiadas por el mejor GPS: el boca a boca.

Entre medio, siempre fiel a sí mismo, hizo de todo: fue un notable columnista de diario, condujo un podcast donde repasó a periodistas —"hola, soy Matías del Río y creo que la educación debe existir siempre con lucro, eso pienso pero no lo digo"— y llevó sus relatos a lugares inesperados —como el del "hijo chancho"—. También grabó canciones con su banda Dina Gómez —que siempre cantaba a capela sin que nadie se lo pidiera— y actuó en películas de Sebadilla y Nicolás López. Vendió videos a la BBC, publicó una falsa entrevista en video a Augusto Pinochet y protagonizó junto a Patricia Maldonado un extraño capítulo de Vértigo en la calle arriba de una micro donde apareció encadenado.

"Con más gente es más entretenido", decía Avello un año atrás con tono relajado y el festival de Olmué entre ceja y ceja.

"Para mí es un salto que me vean como comediante, no como un gallo loco", comentaba por esos días uno de los pocos cómicos que debió cambiar los bares por teatros porque no cabía toda la gente que quería verlo.

Así nació "Corazón llenito" el año pasado, su primer show conceptual —según contó—, y "el primero que, como lo hacen los comediantes que están en Netflix, tiene un nombre y un concepto".

Allí comenzó a afinar con gracia su estilo centrado en la forma —en algún momento aparece una improvisada banda de acompañamiento o él mismo disfrazado de Bombo Fica—, pero también preocupado del fondo, uno basado en su propia vida, como cuando contó que sus papás lo enviaron disfrazado de gato al colegio y sufrió burlas de sus compañeros. O su experiencia conociendo a Chayanne en un aeropuerto.

Hoy por la mañana, frente a las grabadoras y las cámaras de los periodistas que cubren Viña, Avello contó que se preparó para Viña con al menos 15 personas, que escribió un guión y que su secreto es "tener elementos que todos manejemos".

Ahí mismo dijo convencido: "la gracia es que todos nos podamos reír".

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La vuelta larga

Menciones a la infancia en Concepción, su etapa escolar y las redes sociales, marcaron el comienzo de la presentación de Avello, que rápidamente recibió la ovación de Viña pasada la medianoche.

Subió gente al público, se rió de CNCO, los Ramblers e incluso rindió un breve homenaje a Juan Gabriel. Armó una improvisada banda en vivo con el Monstruo literalmente en el bolsillo desde el momento en que caminó, seguido a todo momento por una cámara de la transmisión, desde el backstage al escenario.

Pidió aplausos para Los Tres y Álvaro Henríquez, y se burló de "El Temucano" y su secta Tallis. Habló del color de pelo de Trump, el uso del condón y sorteó un evitable momento de confusión, cuando la producción apagó las pantallas y la gente reclamó.

"Danilo Carrasco en la nieve. Los quiero mucho. Gracias", se despidió milimétrico, a eso de las 01:01, cuando recibió la gaviota de plata y bromeó con la situación.

Como dato: durante su presentación sumó 63 mil nuevos seguidores a Instagram. Mientras el people meter promedió 42.5 puntos y alcanzó un peak de 45.

"Viva, Chile. Viva, Augusto… Schuster", dijo casi al cierre con la ochentera "Total eclipse of the heart" de Bonnie Tyler como paisaje. "Fueron veinte años de pelearla, de esfuerzo, de darse la vuelta larga. Costó que mucha gente te entendiera, pero lo lograste", resumió Martín Cárcamo al entregarle la segunda gaviota al "Pececillo". 00:18 y la señal se va a comerciales con el triunfo del comediante.

https://twitter.com/CultoLT/status/1099885868695867392

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