Norma Monserrat Bustamante Laferte (35), famosa hoy en toda Latinoamérica como Mon Laferte, comenzó a dar sus primeros pasos en la música en 1995, a través del circuito nocturno de Valparaíso. Sin embargo, su voz no llegó a inundar las radios de Chile de manera inmediata: vinieron espacios como Rojo, escapar de la rígida disciplina de la industria televisiva, mudarse a México, probar suerte en el metro del DF y en donde tuviera una oportunidad. Hasta que llegó Viña 2017 y la noche del sábado 25 de febrero: ahí estalló todo.
La cantante cerró esa edición del evento, dejando casi en el olvido a todo lo que se presentó durante esos seis días: Los Fabulosos Cadillacs, Los Auténticos Decadentes, Sin Bandera, los mexicanos Camila y Río Roma, además de los colombianos Maluma y J Balvin. Nada fue más memorable que el debut de la mujer antes conocida como Monserrat Bustamante.
Rafael Araneda, animador de esos días en la Quinta Vergara, la presentó así: "Llegó a México a fines de 2007 con la convicción de que podía hacer la música que ella realmente quería hacer. Así lo hizo y ahora regresa a su tierra".
Y el retorno a su tierra era literal: la artista volvía al mismo lugar donde nació, aunque más lejos de la Quinta Vergara, en la población Gómez Carreño, donde aún reside parte de su familia. Era una suerte de revancha.
Acompañada de su banda, un coro y una decoración mexicana con rosas y una pantalla gigante que mostraba a mujeres de todas las edades en blanco y negro, la artista cautivó además con su look, enfundada en un vestido rojo, guantes negros y su sello personal: sus tatuajes.
A los 14 minutos de su presentación invitó a David Eidelstein (Rulo), músico y bajista de Los Tetas, quien se sumó al escenario. Cantaron "Yo te qui".
Más tarde, con un bolero dedicado a su madre, la artista finalizó su show, siempre acompañada de sus fans, que imitan su estilo: con una flor en el pelo y labios rojos. Y tanto hombres como mujeres se emocionaron con ese tema final. También pasaron por la tarima hits como "Amor completo" y "Tu falta de querer", cantados a todo pulmón por sus huestes.
La reina del monstruo
Durante su presentación de una hora, recibió la Gaviota de Plata y de Oro, los mayores premios de la noche. Sin embargo, eso no calmó al público, ya que por primera vez en la historia, la gente exigió la Gaviota de Platino (galardón que se ha dado dos veces en el Festival: a Luis Miguel el 2012 y a Isabel Pantoja en representación de Juan Gabriel el 2017). Dado que es un galardón singular y dedicado a la trayectoria, la cantante no pudo recibirlo, causando por 20 minutos una pifiadera estruendosa y sin contemplación con la competencia internacional.
La carrera de Laferte cambió para siempre. Tenía a Chile en el bolsillo y su próximo salto fue a nivel continental. Hoy no tiene techo y la edificación más definitiva de ese éxito comenzó precisamente en ese 2017 en la Quinta Vergara, a sólo un par de kilómetros del barrio que la vio nacer.
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