Entre el año 1905 y 2018, 30 escaladores murieron en el intento de llegar a la cima del monte El Capitán, la imponente masa vertical de granito que con sus 900 metros de altura corona el Parque Yosemite, en California. De aquellos 30, cinco fallecieron en los últimos cinco años. Entre aquel lamentable índice de fatalidades, sin embargo, el escalador estadounidense Alex Honnold fue uno de los que pudo doblegar al caprichoso escarpado.
Lo hizo además sin cuerdas, arneses, piolets o ganchos, transformándose en el primer montañista en alcanzar el pico de El Capitán en el riesgoso estilo de "escalada libre". Es decir, sólo a tracción de manos y pies.
La proeza del 3 de junio del 2017 fue al mismo tiempo filmada por un equipo de documentalistas de National Geographic liderados por Elizabeth Chai Vasarhelyi y Jimmy Chin. El resultado es Free solo (2018), que el fin de semana ganó el Oscar a Mejor documental.
La película se estrena este domingo a las 22 horas en la señal National Geographic del cable. Gran parte de la cinta es el seguimiento de la preparación de Honnold para escalar El Capitán, auténtica pared en casi 90 grados de inclinación.
Hasta el momento Free Solo es la única de las nominadas a Mejor documental con estreno programado en Chile. Los otros filmes en competencia eran RBG, sobre la jueza estadounidense Ruth Bader Ginsburg; Hale County this morning, this evening, acerca de una comunidad afroamericana en Alabama; Minding the gap, sobre un grupo de aficionados al skateboard en Illinois; y Of fathers and sons, sobre una familia de islamistas radicales en Siria
Free solo, que se exhibió el año pasado en diciembre en Chile en el Mountain Film Festival de Casas de Lo Matta, venía impresionando audiencias y críticos desde hace tiempo. Primero ganó el Premio del Público en el Festival de Toronto y hace dos semanas, además, había abonado su ruta al Oscar al obtener el premio Bafta al Mejor documental.
Su trama es básicamente la historia de un obsesivo. A los 33 años, Alex Honnold parece estar totalmente decidido a escalar hasta la cumbre de El Capitán (o El Cap, en la jerga de los escaladores) en estilo de "escalada libre". Honnold es conocido entre los montañistas desde que en el 2007 llegó a los picos de Astroman y Rostrum, dos de las alturas más complejas del Parque Yosemite, igualando el récord de Peter Croft. Uno de sus ídolos en la disciplina es Tommy Caldwell, quien le ayudará en la preparación para subir El Cap.
La película se detiene meticulosamente en la forma de vida de alguien que escapa notoriamente a la norma. Cuando entrevistan a su madre, ella revela que el fallecido padre de Alex tenía Asperger y que es probable que el muchacho comparta la misma característica. Confiesa que es duro vivir con un hijo coqueteando con la muerte, pero al mismo tiempo no puede imaginar el sufrimiento que le significaría privarlo de sus excursiones a las alturas.
En efecto, Alex Honnold no parece estar hecho para otra cosa en la vida. Vive en una camioneta, no se plantea tener un hogar y al recordar que estudió un año Ingeniería Civil en la Universidad de Berkeley reconoce que no habló con absolutamente nadie.
En estas condiciones sorprende que tenga una novia. Ella es Sanni McCandless, también montañista, pero bastante menos temeraria que Honnold.
Durante una de sus prácticas, el escalador es presa de una extraña inseguridad y decide abandonar la empresa. Viaja con su novia a Las Vegas y se lo ve buscando casa, casi como a punto de ingresar a una vida de normalidad que no tiene nada que ver con las anteriores escenas de cumbres y peñascos.
Pero todo es una falsa alarma. Honnold no puede ir contra su naturaleza y vuelve a la carga para subir la montaña. En ese momento se lo escucha decir, sin previa preparación, su propio manifiesto: "Cualquiera puede aspirar a vivir en una cómoda casa. Para mí no hay nada de grandioso en ello".
Es patente que el montañista siempre se pone a sí mismo sobre el resto. También sabe que para subir El Capitán no puede dar literalmente un solo paso en falso. No hay cuerda ni arnés que lo sujete. A propósito de esto entrega otra de sus máximas: "Si un atleta no logra la medalla de oro, queda en segundo lugar. Si yo, en cambio, cometo un pequeño error, pierdo la vida". .
Un año después de llegar a la cumbre, Honnold repitió la hazaña, pero con un tiempo de dos horas, inferior a las tres del 2017. Se puede decir que tiene dos medallas de oro y está doblemente vivo.