Jani Dueñas, la comediante y actriz chilena, fue la única carta femenina en el humor en la edición 2019 del Festival de Viña del Mar.
Encargada de llevar las risas a la Quinta Vergara en su tercera noche de espectáculo, fue antecedida por Marc Anthony y se presentó antes que el español David Bisbal.
Sin embargo, su rutina que comenzó a 10 minutos de las 00 horas, fue recibida por aplausos que rápidamente se convirtieron en pifias. Tras 35 minutos sobre el escenario, 'El monstruo' se hizo presente y gritó consignas como que volviera a su casa en medio de pifias.
Tras ser despedida por los animadores y un público que se negó a dejarla terminar, Jani Dueñas dio una conferencia de prensa analizando su paso por el Festival:
"No sé si hubo un error mío particular. Claramente este no es mi público. Había una intuición de que este no era un festival para mí. Esto es muy inesperado. No se qué pasó", dijo Dueñas.
"Pensé que sería más fácil conectar con el público, la remé, intenté seducirlo, pero no resultó", dijo la voz de Patana en el programa infantil 31 minutos, quien alcanzó un peak de sintonía de 43 puntos. "El stand up que yo hago es de contar historias y para eso se necesita una atención más larga".
Quien también tiene un celebrado especial de stand-up comedy en Netflix, se refirió a la relevancia del evento y su público: "Con todo el respeto que le tengo al festival y a este desafío que salió un poco mal, mi vida no depende de esto. (...) Es súper difícil en un escenario de estas dimensiones pelear por esa conexión con el público, creo que uno la tiene o no la tiene, creo que esta no era mi noche".
Aludiendo al nombre de su show en el servicio de streaming, hizo un mea culpa y declaró que no la considera una derrota: "Los años de carrete que tengo me ayudan, si esto me hubiese pasado más chica, estaría llorando en el camarín. (...) De fracasos uno sabe y este no es un fracaso que siento que va cambiar mi vida".