"El flaco de oro". Así bautizaron los animadores del Festival de Viña, María Luisa Godoy y Martín Cárcamo, a Marc Anthony: puede que sea esmirriado, que a momentos parezca un latin lover de aspecto trasnochado y ojeroso, pero el intérprete siempre se ha caracterizado por imponer su presencia y su intensidad más allá de las etiquetas. Así lo entendieron los conductores, cuando profetizaron en un comienzo que "esta va a ser una noche caliente".

Pero hubo algo que se escapó del guión. La velada no sólo sería "caliente" por la performance histriónica y vibrante del salsero; también lo fue por el rotundo fracaso de Jani Dueñas, en uno de los momentos más difíciles y angustiantes vividos en la Quinta en años, quizás sólo parecido al bochorno de Ricardo Meruane en su doblete en el lugar, en 2011 y 2016.

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Imagen: Mario Dávila, AgenciaUno.[/caption]

El "Monstruo" despertó como nunca, hizo valer ese mote algo adormecido con los años y quiso sangre: Dueñas, antecedida por elogios internacionales y por ser una de las cabecillas de la generación femenina del stand up, no tuvo jamás química con el público. Tropezó desde un principio, no logró soltar risas y sólo se hundió con una rutina que partió apelando a su figura algo desconocida para la audiencia masiva, al paso de los años, a sus vivencias como mujer, a sus amigas animalistas... nada resultó, pese a la insistencia de la comediante por continuar su actuación, apelando a recursos de última hora como la sororidad y la presencia de mujeres feministas.

"Nadie me está viniendo a salvar aquí", dijo tras media hora de espectáculo, cuando llegaron los animadores a intentar domesticar al público. Era tanto el hastío en la Quinta que el ya desatado "Monstruo" le respondía que "no" a todo y hasta empezó a pedir las competencias, casi inédito en el historial de la cita.

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Imagen: Leonardo Rubilar, AgenciaUno.[/caption]

"Es algo que no pensé que iba a pasar", dijo cuando Cárcamo y Godoy ya estaban en escena. "Sigan viendo a quienes quieren ver, yo me voy al bar de donde salí con mi show", cerró, cuando ya estaba todo sepultado.

Definitivamente, la gente fue a ver otros números. Las estrellas brillaron en otros lados. Anthony dejó el ambiente caldeado, con pifias que arreciaron desde el final de su presentación y que retornaron luego de los comerciales, apuntando a los animadores. Por primera vez, Godoy y Cárcamo enfrentaban el abucheo. Se fueron del escenario y la imagen solitaria de Dueñas quedó frente a la Quinta para su presentación: era el inicio del mayor calvario de su carrera.