Lo peor que le puede ocurrir a un comediante sobre un escenario es que no se escuchen risas mientras está contando algo supuestamente gracioso. Durante gran parte de su rutina, y con más entusiasmo que gracia, Mauricio Palma sorteó ese ambiente de fondo, entre la indiferencia o quizás el respeto que habían pedido los animadores al presentarlo luego de un público que aún pedía a Backstreet Boys.
Pero la boy band no incidió para nada en la presentación de Palma, quien entró con evidente nerviosismo y realizando una larga presentación salpicada por gritos de "Chile es bacán" y otros artilugios tan vistos y tan penosos para intentar ganarse al público, en vez de iniciar inmediatamente con su humor. La gente se mantuvo mayoritariamente en silencio, salvo unas tímidas pifias, pese a que la rutina no sacaba risas ni tampoco sonrisas con referencias básicas a la actualidad y poca elaboración. "Manejamos con rabia", "no sé si les ha pasado" y frases cliché por el estilo se fueron acumulando en un relato sobre situaciones poco originales como "el chileno se ríe hasta en los velorios". Anoche, la Quinta Vergara tuvo una paciencia increíble para no pifiarlo.
Palma hizo su carrera en YouTube, pero si no fuera porque hay registros, costaría creerlo. Anoche su rutina era tan lenta, plagada de silencios incómodos, que parece no haber aprendido nada de la rapidez de estos tiempos. Recién promediando la media hora de presentación, apeló a recordar comerciales antiguos, que fueron bien recibidos por un público sobre los 35 años que habían ido a ver a Backstreet Boys. Luego, Cárcamo y Godoy entraron y le dieron una Gaviota de Plata que casi nadie estaba pidiendo. En rigor, en ese momento el silencio era sepulcral y Palma pudo haberse ido sin pena ni gloria del escenario. A cambio, obtuvo un bis y mostró su personaje "Violento Parra", que debió haber hecho mucho antes, porque fue el único momento en que una parte del público enganchó y rió, aunque la otra parte seguía resistiéndolo.
Es violento pasar de una presentación tan redonda como la de Jorge Alís –visualmente impactante- al muy básico show de Mauricio Palma, que se veía totalmente amateur. Como uno de los comediantes más desconocidos de Viña 2019, mucho se dijo en la previa que él no tenía que perder en la Quinta Vergara. Lo cierto es que con lo que mostró anoche, tampoco logró ganar prácticamente nada, salvo un par de premios que debería agradecer a los animadores del certamen.