Apoyó abiertamente a Green book para evitar que el Oscar a Mejor película recayera en Roma, el filme de Alfonso Cuarón producido por Netflix. Pese a la millonaria campaña desplegada por el gigante del streaming, la influencia de Steven Spielberg eventualmente fue más poderosa. El fundador de Dreamworks no quiere otra Roma en los Oscar, y buscará impedir que en el futuro las películas de streaming compitan por los premios sin cumplir con las mismas condiciones de exhibición que los filmes de estudio.
Según publicó el sitio Indiwire, Spielberg presentará un cambio a las reglas que rigen el Oscar en la próxima Junta de Gobernadores de la Academia, de la que forma parte, en abril. Su intención es evitar que las producciones de Netflix, Amazon o la futura Disney+ postulen al Oscar a menos que cumplan una temporada mínima de exhibición en salas.
"Steven nota una gran diferencia entre el streaming y las salas de cine", dijo un representante de su productora Amblin Entertainment.
Entre los productores hay numerosas quejas contra Netflix, desde el gasto desorbitado en publicidad (se calcula que invirtió US$ 50 millones) al hecho de que no informa su taquilla. Pero lo fundamental tiene que ver con la exhibición: Roma solo estuvo tres semanas en salas, además Netflix no respeta la ventana teatral de 90 días y sus cintas están disponibles 24/7 online.
Spielberg ya había expresado su opinión en este tema el año pasado: para él, las películas de streaming, si son buenas, merecen "un Emmy, pero no un Oscar".
Sin embargo, su postura abrió un debate en redes sociales. La directora Ava DuVernay, nominada al Oscar 2017 con el documental 13th, producido por Netflix, twiteó: "Querida Academia, esta es una reunión de la Junta de Gobernadores y los miembros regulares no podemos acudir. Pero espero que, si esto es cierto, haya otros directores en la sala que lean las opiniones de personas como yo que piensan diferente". El director de TV Richard Shepard (Girls), anotó: "Roma fue la mejor película del año. Amo a Spielberg, pero las buenas películas son buenas películas donde sea que se presenten". A su vez, la periodista y escritora Joanna Robinson comparte los temores de Spielberg: "Me alegro de que Cuarón consiguiera financiamiento para Roma, pero me inquieta todo el dinero que ha gastado Netflix intentando ganar un Oscar".
Entre tanto, la plataforma ya comenzó la promoción de uno de sus grandes estrenos del año, un candidato natural al Oscar: The irishman, el nuevo filme de Martin Scorsese. La duda ahora es si Netflix estará dispuesta a aceptar nuevas reglas de exhibición para postular a los premios de la Academia el próximo año.