La muerte de Keith Flint no sólo deja al grupo The Prodigy sin su más reconocido integrante y a la música inglesa sin una de sus figuras más carismáticas y originales de las últimas décadas. La partida del vocalista de 49 años, quien ayer fue encontrado muerto en su casa en Londres, privará además a sus fanáticos chilenos del reencuentro con la banda de Essex. Un escenario, por cierto, para nada hipotético, sino que concreto y con fecha definida para este semestre.

Según fuentes al tanto de las negociaciones, The Prodigy ya había acordado su regreso a Santiago para mayo de este año, con un concierto en el Teatro Caupolicán cuyos detalles se anunciarían en los próximos días. Esto, como parte de la gira promocional de No tourists (2018), su séptimo álbum, que comenzó en noviembre pasado y tuvo a Australia como última estación.

Para mayo próximo ya había una serie de presentaciones anunciadas en Estados Unidos y luego sería el turno de Sudamérica, incluyendo el que iba a ser el quinto show del grupo en Santiago, luego de sus recitales en 1998, 2005, 2009 y 2012, el último de estos como parte del festival Maquinaria.

Por ahora, los sobrevivientes del conjunto -Liam Howlett y Maxim- no se han pronunciado respecto al futuro inmediato de The Prodigy y se limitaron a confirmar el fallecimiento de Flint. "Un verdadero pionero, innovador y legendario", según publicaron en sus redes oficiales. El propio Howlett, vía Instagram, dio las primeras luces de las circunstancias de su muerte, aún investigada por la policía local. "No puedo creer que esté diciendo esto, pero nuestro hermano Keith se quitó la vida este fin de semana", escribió.

Éxito inflamable

Si bien la carrera de Flint junto a The Prodigy comenzó en el circuito de las fiestas de electrónica de fines de los años 80, no fue hasta 1996 que pasó de bailarín a frontman de la banda, debutando con el popular single "Firestarter", el primer gran éxito de los ingleses y una muestra del punk con sintetizadores que exploraron durante toda su carrera.

Su videoclip inició la polémica relación entre el grupo y los medios, luego que la BBC decidiera retirarlo ante los reclamos de algunos padres, preocupados por sus hijos.

La controversia coincidió con el auge de la banda, que en 1997, con su álbum The fat of the land -que también incluía "Breathe" y "Smack my bitch up", cuyo clip fue votado por el público de MTV como el más ofensivo de la historia-, se alzaron como emblemas de la electrónica para las masas, junto a nombres como The Chemical Brothers y Fatboy Slim.

"Siempre que me preguntan cómo soy, cómo es mi personalidad, les digo lo mismo: que escuchen la letra de esa canción ("Firestarter") y saquen sus conclusiones", comentó Flint a Culto en 2009.