Es el gran tema del espectáculo mundial en lo que va del año. Oprah Winfrey, Paul McCartney, Barbra Streisand, Los Simpson, Paris Jackson, radios de distintos puntos del orbe. Todos se han pronunciado ante el estreno de un documental que, a través de reveladores testimonios e imágenes, establece que Michael Jackson, el rey del pop y una de las figuras fundamentales de la música popular, fue un pedófilo.
Así lo plantea Leaving Neverland, el filme de cuatro horas que HBO estrenó hace una semana en Latinoamérica, dividido en dos partes, y que ha provocado la indignación de su familia y de buena parte de los fanáticos del cantante, que tras el debut de la película en el Festival de Sundance la calificaron de "linchamiento público". De ningún modo dan crédito a las palabras de Wade Robson (36) y James Safechuck (41), dos hombres que siendo niños conocieron a Jackson en la segunda mitad de los 80 y habrían sido abusados sexualmente por él hasta inicios de la década siguiente.
"Sé que todos hablan de Michael Jackson y de si es inocente o culpable, pero para mí todo esto es acerca del abuso sexual de menores, es una oportunidad para tratar de iluminar, de poner una luz sobre cómo ocurren estas cosas", explica Dan Reed, el director del documental, a Culto, al teléfono desde Miami. Cineasta y periodista, el británico ha vivido las semanas de mayor exposición de su carrera, sorteando los cuestionamientos y brindando entrevistas a distintos medios del planeta.
"Recibimos un poco de hostilidad al comienzo. Mi compañía recibió muchos correos electrónicos de parte de fans de Michael Jackson diciendo cosas muy desagradables, muy llenas de odio", señala Reed. "Lo interesante es que desde que HBO emitió el documental, esos mails de odio y hostilidad han sido reemplazados por mensajes de gratitud y personas queriendo compartir con James y Wade que también fueron abusados. Entonces ha habido un increíble cambio hacia una respuesta positiva a lo que hicimos. Ha sido muy maravilloso ser parte de ello", afirma.
De acuerdo al filme (que luego de su estreno está disponible en la plataforma HBO Go), el hombre de Thriller se hizo amigo de las familias de Robson y Safechuck. Al primero lo conoció cuando fue el ganador de un concurso infantil de dobles, en Australia, y obtuvo el derecho a tener un encuentro con él previo a un concierto; mientras que con Safechuck protagonizó un popular comercial de Pepsi. A los dos -por separado, pero en fechas cercanas- los invitó a viajes y terminó alojándolos a ellos y a sus familias en su rancho en Neverland, la gigantesca propiedad ubicada en Santa Bárbara, California, que adquirió en 1988 y completó con atracciones que podían encandilar a niños y adultos.
Contrario a lo que previamente declararon bajo juramento a la justicia de EE.UU., en Leaving Neverland, Robson y Safechuck revelan reiterados abusos por parte del músico, con detalles estremecedores. Estos hechos, según se muestra, comenzaron cuando el primero tenía siete años y Safechuck, 10, y Jackson se mostraba encantado de tenerlos cerca. "Un 90% del tiempo el abusador no es alguien extraño, sino que es un amigo cercano a la familia o alguien en quien se tiene confianza, como un sacerdote, un tío o un profesor", subraya el realizador, quien se refiere a su documental como una "una increíble guía de referencia respecto del abuso de menores".
-Al comienzo, ¿cómo fue el proceso de inmersión en las historias de Wade Robson y James Safechuck?
-Nos encontramos con este caso por accidente, como parte de una mirada más amplia a la controversia de Michael Jackson. Una vez que establecimos contacto y nos acercamos a ellos, lo primero que hice fue entrevistar a Wade durante tres días en Hawái, que es donde vive, y después entrevisté a James en dos días. Esas dos largas entrevistas fueron después sometidas a una fuerte verificación de hechos. Entrevistamos a la policía y detectives en los 90 y en los 2000, entre 2003 y 2005. Estuve investigando a Michael Jackson por un largo tiempo, hice mucho de ese trabajo, y encontré una gran cantidad de evidencia incriminatoria, evidencia que corrobora la historia de James y Wade. Por supuesto que también estuvimos buscando todo lo que pudiera hundir o negar sus historias, y no encontramos nada, entonces estuvimos más seguros. Mientras más profundizamos en sus historias, más creíbles se hicieron.
-Antes usted hizo un filme llamado The paedophile hunter (2014), sobre un hombre que iba detrás de abusadores de menores que funcionan a través de internet. Leaving Neverland presenta otro tipo de agresor sexual, algo más complejo y oscuro, si eso es posible. ¿Qué piensa de eso?
-Exacto. The paedophile hunter era acerca de un vigilante que se hacía pasar en internet por un niño de 11 años y concertaba citas con depredadores. Era acerca de un tipo más violento de abuso sexual de menores, donde el depredador es un extraño, pero el caso de pedofilia en Leaving Neverland es más sutil y más peligroso, porque es como el 90% de los abusos pedófilos ocurren. Es un abuso cometido por un amigo de la familia o una figura de confianza, que es reverenciada, a la que se mira como ejemplo. Ese era el caso con Michael Jackson.
Este tipo de abuso sexual es más peligroso, porque es una seducción no solo hacia el niño, sino también a la familia entera. El niño no lo experimenta como algo violento o desagradable, y por eso el trauma viene después en la vida, cuando has escondido ese secreto de todos a tu alrededor, de tus padres, y empieza a corroerte y a comerte el alma.
-¿Hubo un momento que le provocó dudas de que Wade Robson en su testimonio de 2005 hubiera negado los hechos que ahora relata?
-Esa fue una de las grandes preguntas que le hice a Wade, porque, como dices, el 2005 fue el juicio criminal, y él defendió a Jackson, fue un testigo de defensa muy importante. Pero creo que mi película es acerca de entender cómo él aún podía estar enamorado de Jackson, y era alguien al que él sentía que podía salvar, incluso cuando tenía 22 al momento del juicio. La razón por la que el filme es tan largo es para entender la sucesión de eventos. Entiendes cómo, incluso a esa edad, Wade todavía estaba enamorado de Michael Jackson y quería salvarlo. Era su oportunidad de hacer algo para proteger al hombre que le había dado tanto y aún quería. La película también explica por qué unos años después, cuando Wade tiene su propio hijo, se da cuenta de la verdadera naturaleza de la relación de Jackson con él. Se imagina -se ve en el documental- a Michael haciendo cosas sexuales con su pequeño hijo, y se pone muy furioso, entonces se comienza a preguntar por qué no siente la misma rabia cuando piensa en el pequeño Wade teniendo sexo con Michael Jackson. Ese fue el comienzo de su despertar. Entonces la historia de por qué Wade mintió en la corte, que es lo que está confesando ahora, es una historia muy importante.
-Después de realizar este documental, ¿cuánta certeza tiene de que Michael Jackson era un pedófilo en serie?
-Yo estoy convencido de que Wade y James no fueron sus únicas víctimas. También tuvo denuncias de Jordan Chandler, Gavin Arvizo, Jason Francia, que dijeron que Michael Jackson abusó de ellos. Pero escuchando lo que Wade y James tienen que decir, pareciera que Jackson, al momento de abusar de ellos, ya era un pedófilo con experiencia, porque no parecía dudar en nada, tenía mucha confianza, y tenía una especie de método para seducir niños, lo que sugiere que tuvo experiencias previas.
-En específico para esta película, ¿cómo estudió el círculo del abuso?
-Comencé revisando los antecedentes de Jackson, pero es muy difícil. Recuerdo haber tenido una conversación con Wade, en que le dije que estaba tratando de encontrar qué podría haber causado las tendencias pedófilas de Jackson, porque sabemos que muchas veces los abusadores también han sido víctimas de abuso. Pero Wade me dijo muy directamente: "Eso es muy interesante, Dan, pero yo fui sexualmente abusado por Michael Jackson y eso no significa que yo voy a abusar de otros niños. Se puede romper el círculo". Él decía: "No hay necesariamente una conexión, no es una excusa. Puede ser una razón, pero nunca una excusa". Jackson tenía dinero, tenía recursos infinitos, podría haber elegido no abusar de niños pequeños, pero eso, al contrario, parece haber exacerbado sus prácticas pedófilas. Con todo lo que tenía, cuando compró el terreno de Neverland, creo que sus prácticas pedófilas se exacerbaron. Entonces no era alguien que estaba tratando de parar.
La medida de las radios
En el último mes, como parte de las fuertes repercusiones del documental, distintas radios del mundo han optado por excluir las canciones de Jackson de su programación. En Chile, como contó esta semana Culto, las cuatro emisoras propiedad de Canal 13 (Play FM, Oasis FM, Sonar FM y Tele13 Radio) son las primeras en tomar esta medida.
-¿Qué opinión tiene sobre la decisión de las radios de dejar de tocar su música?
-No creo que prohibirlo sea una solución. No aliento la prohibición de la música de Michael. No creo que esa sea la respuesta a nada. Me gustaría que la gente vea mi película y empiece a pensar en el abuso sexual infantil y la complicada naturaleza de este crimen. Lo que quería hacer es llamar la atención sobre la seducción de los niños por parte de los adultos.
-¿Se puede separar al artista de la obra? Conociendo los testimonios de Wade y James, ¿comprende que la gente quiera seguir escuchando su música?
-Creo que tiene que ser una elección personal. Y en algún punto tenemos que separar al artista de la obra, porque si rechazamos todo trabajo hecho por un artista que ha sido cualquier cosa menos un ser humano perfecto, no tendríamos arte, ni canciones, ni poesía, nada. Entonces creo que la gente debería continuar escuchando la música de Michael Jackson, pero también continuar pensando acerca de por qué hirió a tantos niños. Creo que así dejarían de poner su música en fiestas de niños, en contextos donde hay niños involucrados. Eso tiene sentido para mí, pero no llamo a la gente a dejar de escuchar su música. Espero que las personas puedan seguir escuchándolo y hacer el juicio correcto sobre el tipo de hombre que fue.