Como uno de los títulos más antiguos de la TV de este siglo, The walking dead ha decidido seguir su camino incluso sin las figuras que la condujeron a ser tremendamente popular entre fanáticos y ajenos al mundo de los zombies. Ahora, quizás como nunca antes, tras la salida del actor Andrew Lincoln (Rick Grimes, el histórico puntal de la ficción) al final de la primera mitad del noveno ciclo, la producción comenzó a vivir una nueva etapa.
Algo subrayado por la partida de Lauren Cohan (Maggie en la historia hasta noviembre pasado) y porque se avecinan más cambios -podría perder a Danai Gurira, en ascenso gracias a Pantera Negra-.
Por lo pronto, ya está confirmada la décima temporada y para la segunda tanda de episodios de la novena (actualmente en emisión por Fox) instaló importantes novedades en el bando de los villanos: Los Susurradores, introducidos en el final de la primera mitad, pasaron a ser la gran amenaza del grupo de sobrevivientes y, en específico, se ubicó en un primer plano a su líder, Alpha. Una figura misteriosa y salvaje, que es interpretada por la británica Samantha Morton, parte de películas como Minority report (2002) y Animales fantásticos y dónde encontrarlos (2016).
"El hecho de que ella sea una villana no es importante para mí", remarca la actriz, agregando que "la mirada de otras personas es que ella es mala. Creo que ella es muy, muy brutal. Creo que tiene motivos cuestionables; sin embargo, pienso que no todo es tan blanco y negro como para decir que es una villana".
Totalmente rapada para el rol, en la serie su personaje ocupa una máscara hecha con piel de zombie y encabeza un clan que tras el apocalipsis redujo su condición humana a lo más primitivo. En un momento, su hija, Lydia (Cassady McClincy), es encontrada por los sobrevivientes, desatando el conflicto.
"Hay muchos elementos que provocaron su comportamiento, por qué ella es como es. Creo que las madres que están viendo la serie pueden imaginarse haciendo cualquier cosa para proteger a su hijo", comenta la ganadora del Globo de Oro (por la película de HBO Longford en 2008), quien vio cómo su radical cambio de look quedó inmortalizado en pantalla, como parte de un flashback que explica sus orígenes.
Morton, dos veces nominada al Oscar, también destaca la mirada de la ficción, que desde esta novena temporada tiene a Angela Kang como principal encargada, en el rol de showrunner. "Creo que es una serie muy, muy feminista. Feminista es una palabra importante, pero quiero decir que no tiene miedo de mirar historias femeninas y me siento muy empoderada por eso. Personalmente, por los guiones que he leído y en los que he actuado, me siento muy orgullosa de los elementos con los que abordamos la maternidad o las jerarquías sociales", asegura.
Un eventual regreso de su personaje se irá resolviendo a partir del próximo domingo, cuando simultáneamente con EE.UU., se emita el capítulo final del actual ciclo.