Netflix estrenó The Dirt, la cinta biográfica de la banda de rock y glam Mötley Crüe, basada en el libro Los trapos sucios: confesiones del grupo de rock más infame del mundo.
Uno de los aspectos que llamó la atención de la producción es el trato despectivo a las mujeres, como meros objetos sexuales, mediante escenas que dan a entender actos insólitos. En la era del #MeToo, uno de los aspectos criticados al momento de analizar la cinta, es su representación de la escena musical sexista.
Consultadas por Variety, varias mujeres consideradas veteranas en la industria musical estadounidense, ratifican que en la década de los 80 y 90 ocurrieron sucesos como los narrados en la película (felaciones durante reuniones, sexo con groupies), pero cuestionando su exhibición en los tiempos actuales.
Periodistas, agentes, mánagers y publicistas que trabajaron con bandas de rock en esos años, contaron sus historias y confirmaron que la misoginia era una constante.
Si bien al menos tres de ellas dijeron que tienen historias que prefieren no compartir, dejaron en claro que consideran satisfactoria su carrera musical, pero les preocupa que nuevas generaciones vean el actuar mostrado en pantalla como un modelo a seguir.
Vicky Hamilton, quien trabajó con Mötley Crüe y Guns N' Roses, dijo al sitio estadounidense: "¿Esa era fue como lo muestra la película? Sí, lo fue. Obviamente usar a las mujeres como juguetes sexuales me preocupa mucho. Pero lo que realmente me asusta de esta película es que con los sujetos de #MAGA (Make America great again) allá afuera, este tipo de comportamiento se pueda volver popular. No quiero ver que las mujeres tratadas así nuevamente, es como dar un paso hacia atrás".
"Aunque fue un problema mayor cuando era más joven y atractiva, la agresión verbal nunca se fue", dijo Hamilton.
La dueña de la agencia de publicidad y marketing Adrenaline PR, Maria Ferrero, concuerda con Hamilton. "Ellos [los más jóvenes] piensan que es una fantasía de Hollywood, pero no lo es. Definitivamente no lo es. Esa película es muy realista".
Marsha Vlasic, actual presidenta de Artist Group International, trabajó para ICM en la década de los 80 y aclara que la locura del sexo y las drogas no se daba únicamente entre las bandas de rock:
"¡Todos los géneros [musicales] eran iguales! Todos estaban en el mundo de las drogas y el alcohol. En un punto mi firma tenía a Bob Dylan, Tracy Chapman, Ozzy Osbourne, AC/DC y bandas británicas de punk-rock. Entre los cantautores tenías a fumadores de marihuana y alcohólicos, entre los de bandas punk y metal ingerían todo lo que tenían a su alcance. Esa era la industria en ese entonces. Todos tenían que ir a rehabilitación por distintos motivos".
En el reportaje de Variety, varias mujeres declararon el lenguaje como inapropiado y que las tocaran, como "costos del negocio" en esos días, pero también sentían que las cosas cambiaron para mejor.
"Ahora creo que los hombres piensan antes de hablar y actuar, lo que es bueno", dijo Vicky Hamilton, "pero siento que hay situaciones laborales que se han vuelto socialmente incómodas".
"Tengo una relación de amor-odio con el #MeToo. Obvio que las mujeres tienen que ser tratadas como iguales en los negocios, y no ser tratadas como juguetes sexuales. Pero tampoco quiero ver que no se pueda bromear con nadie, que es lo que ocurre ahora".