Un poco antes de las cinco de la tarde Los Retornados, el nuevo proyecto liderado por el guitarrista Ángel Parra, desplegó en escena el repertorio instrumental de su primer EP titulado Agua bendita, el que presenta una interesante lectura del blues rock, a partir del cancionero popular chileno.
Las composiciones, como la que da nombre a su debut, se imponen por la calidad. Los pasajes instrumentales alternan texturas y frases deudoras del blues y del trabajo de músicos como Wes Montgomery y el chileno Óscar Arriagada. Con ello crean una sonoridad interesante que atrapa al oyente rápidamente.
La clave del sonido del conjunto integrado por Parra y José Miguel Carrasco en guitarras, Tomás Brunetti en bajo y Nicolás Pozo en batería, es que su interpretación es muy suelta, a contrapelo de las cuadradas programaciones y beats del pop actual. Eso se debe a que el grupo suma pericia técnica, un profundo conocimiento de la música que tocan y canciones que dan espacio al diálogo entre los instrumentos.
Pero su entrega no destila virtuosismo excesivo, ni se convierte en el centro de su presentación. Al contrario. La habilidad de los intérpretes se pone al servicio de su propuesta, y pese al poco tiempo juntos han calibrado bien su espectáculo de forma tal que cada músico tiene sus espacio en el diseño sonoro.
En escena el conjunto alarga las piezas con secciones de improvisaciones y solos en que Parra y Carrasco alternan la faena solista, tal como si fueran un cuarteto tocando en un club de San Francisco en 1968. En temas como "Diorita", el ex Los Tres demuestra su talento con el pedal Steel, y en otros como "Cosmic Rider", nos recuerda que puede ser incendiario al rockear. La comodidad con el formato, es tal, que permite al líder bromear con el público
Los Retornados también entregan momentos más reposados como "Sudaka Swing" en que el hombre del clan Parra hace gala de su background jazzero apoyado en sus equipos como el Fender Bassman, los que entregan una cualidad sonora que destaca por la calidez y el delicioso sonido de la reverb.
Con este proyecto, Parra no solo regresa al formato banda de cuatro componentes. Regresa a cultivar su gusto por la música de raíz afroamericana desde su profundo bagaje popular. Regresa a demostrarnos por qué es uno de los instrumentistas más reconocidos del país. Regresa a entregarnos un cancionero elegante y emotivo.
Y ese proceso hasta propició un reencuentro. Al terminar el show, el guitarrista coincidió con su ex compañero Álvaro Henríquez. Los Tres habían tocado justo en el turno anterior en el Banco de Chile Stage, y la cercanía los hizo coincidir. "Me encontré con un amigo, que me dio un abrazo muy sincero y fuerte. Porque siempre habrá emoción para recordar tantos años de grandes discos (…) Pero sobretodo siempre hubo respeto mutuo", escribió en su cuenta de Instagram.