Solo media hora antes se desarrolló sobre el escenario una batalla de gallos de alta convocatoria. El público se disipó rápidamente quizás para correr a ver a St. Vincent o Sam Smith, pero hubo quienes decidieron ser fieles al género que se tomó el sector de Aldea Verde: el hip hop.
Ana Tijoux, la franco-chilena con dos décadas de trayectoria, fue la elegida como plato fuerte del aquel lejano 'stage' del Parque O'Higgins, que ubicado entre juegos infantiles, permite compenetrarse mejor en aquel pequeño mundo apartado.
Puntual y derrochando elegancia, la rapera subió al escenario siguiendo a su banda de saxofonistas, trompetistas, bajista y flautista. Sonriente saludó a los asistentes y dio arranque a su presentación recordando sus inicios por allá en 19997 junto a Makiza.
"En paro" fueron las primeras rimas de la jornada, para luego continuar con "Las cosas por su nombre" de su álbum solista La Bala(2012). Pero sus primeros pasos en la música no fueron dejados de lado, arremetió con "La rosa de los vientos", contemporánea a los años de gloria de grupos como La Pozze Latina y Tiro de Gracia.
Con apenas unas pausas para respirar entre un tema y otro, la artista chilena saltó al 2014 con "Vengo" antes de presentar a un invitado sorpresa: el trovador y luthier Tata Barahona, con quien interpretó "Shock", canción con ideas plasmadas en La doctrina del shock de Naomi Klein.
La suavidad de "Sacar la voz", grabada originalmente junto al uruguayo Jorge Drexler, invitó a no callar ante la injusticia. Y es que Ana Tijoux hizo una suerte de repaso de su carrera previo a su show en el Caupolicán, el que antecede un viaje a Francia sin pasaje de retorno.
Jugando con el público en las clásicas dinámicas de imitar lo que ella canta, poco a poco llegó a "Mi verdad", utilizada en la serie El Reemplazante como banda sonora, fiel reflejo de la falta de educación gratuita y de calidad en Chile.
Fusionada con una breve reversión de "No necesitamos banderas" de Los Prisioneros, fue la antesala de un saludo a sus colegas raperos: "Hubo una batalla de los gallos ¿No?", introdujo antes de destacar el freestyle y todos aquellos que comienzan sus carreras cantando en las calles.
"1977", tema que incluso fue parte de la aclamada ficción norteamericana Breaking Bad, tuvo a la audiencia cantando su año de nacimiento a gritos. "Un aplauso a la banda, a los músicos chilenos. Yo sé que hay banda internacionales y todo eso, pero hay que reconocer a la música nacional", enfatizó la rapera y MC.
Si bien Tijoux disponía de una hora, esta se convirtió en solo unos cuantos minutos. Entre los beats y las rimas, solo quedaban dos canciones en un repertorio que fácilmente pudo ser más extenso.
"Antipatriarca" clamó en favor del movimiento feminista. "¿Cuántos de ustedes fueron a la marcha del 8M?", preguntó la cantante antes de sumergirse en los versos que dicen que no a la humillación, la sumisión y la violencia.
"Algún día va llegar el día en que no tendremos que marchar más. Por todas y cada una". Clamando la palabra "No" repetidamente, selló el llamado feminista declarando: "Mi cuerpo yo decido, aborto libre y gratuito".
Con "Somos sur" de Vengo, niños y adultos comenzaron a saltar y bailar. La canción contraria al imperialismo fue el punto de final de un show de carácter íntimo. Ana Tijoux se presentó por cuarta vez en Lollapalooza Chile, pero sus versos siempre son bienvenidos.