En su décimo aniversario, Ch.ACO, la principal vitrina de arte contemporáneo del país, prometía tener una edición inolvidable. En 2018, las socias fundadoras Elodie Fulton e Irene Abujatum apostaron otra vez por una nueva locación, en esta oportunidad en un edificio en construcción en Lo Curro que seguía la línea de evento nómade que habían impuesto en los últimos tres años -luego que decidieran abandonar la sede de Estación Mapocho en 2016- pero que esta vez terminó por jugarles una mala pasada.
La edición 2018 será recordada como la más fallida de su historia: a la baja asistencia de público (solo 10 mil personas), debido al difícil acceso a la sede, se sumó la molestia general de las galerías, que acusaron problemas de gestión con stands instalados a última hora y falta de servicios básicos como wifi. Todo quedó en evidencia en una columna del historiador del arte José Tomás Fontecilla, publicada en la web de Artishock que las golpeó fuerte.
Hasta hace dos semanas las falencias que presentó el evento seguían provocando coletazos: en entrevista con La Tercera, la galerista Isabel Aninat, presidenta de la Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de Chile (AGAC), anunció que este año no iría a la feria: "Quiero ver cómo resulta, porque ya no puedo seguir jugándomela, porque es muy caro", señaló. Otras salas como Artespacio y Patricia Ready también lo están pensando.
Después de cinco meses, la arquitecta de origen belga Elodie Fulton (1971) confirma la edición de este año, que se realizará en el Parque Bicentenario entre el 21 y 24 de noviembre, y responde a las críticas con otro anuncio importante: su sociedad con Irene Abujatum terminó y mientras esta seguirá a cargo de galería AFA, Fulton liderará la feria, aunque no estará sola: en estos meses se ha dedicado a reclutar a un equipo de profesionales que la ayudará a devolverle el prestigio a Ch.ACO. "La versión número 11 va a ser mucho más increíble, porque hay muchas menos expectativas puestas en ellas que en la 10, desde luego. Ese es el punto a favor que tenemos", dice medio en broma y medio en serio.
-¿Por qué decidieron con Irene Abujatum disolver la sociedad?
-Consideramos que lo aparecido en Artishock fue injusto y en un tono muy agresivo y visceral, que no fue capaz de analizar lo positivo de la feria junto con lo negativo y que por tanto no dejaba espacio a la conversación. Teníamos dos opciones, tomar las críticas de la manera más dramática o tomarlo de una forma constructiva. y decidimos lo segundo, escuchar las críticas y replantearnos el proyecto. Quisimos primero resolver las suspicacias, nos dimos cuenta que tanto el proyecto de AFA como de Ch.ACO habían crecido de tal manera que necesitábamos tomar organizaciones separadas. Ya no somos socias, hicimos un orden tributario y legal, y dividimos las acciones.
-¿Por qué eligió el Parque Bicentenario y cómo se hará cargo de la infraestructura?
-Reconozco que la itinerancia de la sede ponía a las galerías en una constante incertidumbre y eso no era bueno. Cambiamos Estación Mapocho a petición de las galerías y decidimos emprender ese proyecto móvil que ya cumplió su ciclo. Yo espero que con la perspectiva del tiempo le tengamos cariño a lo que se trató de hacer ahí. El Parque Bicentenario es una sede súper probada, se realizan varios eventos y espero con esto tranquilizar a las galerías de que todo funcionará como corresponde. Para el tema de la infraestructura, invitamos al arquitecto Felipe Assadi, quien será el director de arte de la feria, se hará cargo del layout (distribución de los stands en el espacio) y con él pretendemos trabajar en un periodo de tres años para que haya continuidad.
Otra de las quejas a la organización fueron los elevados precios de los stands, que el año pasado estuvieron entre los 5.000 y 10.000 dólares según los distintos metrajes de 25, 30 y 35 metros cuadrados. "Estamos analizando los precios, pero no es tal que Ch.ACO es la feria más cara de la región", dice Fulton. Art Lima, por ejemplo, estaría entre los 6.800 y 8.100 dólares, mientras que ArtBo partiría en los 9.000 dólares pero con un metraje desde 31 metros cuadrados (y una asistencia de 35 mil personas).
Lo mismo sería para el precio de entradas a público : el año pasado era de $ 9.000 por día. Según la directora ahora están evaluando los valores, pero irían acorde a los otros eventos que se realizan en Parque Bicentenario. Por ejemplo la entrada a Mercado Paula asciende a $ 6.000 y el de Bazar ED va entre los $ 4.000 y $ 7.000.
-¿En este esquema cómo hará para entusiasmar otras vez a las galerías a ser parte de Ch.ACO?
-En esta versión debo ir a conquistar el espacio profesional. Estoy armando un comité con tres galeristas internacionales que seleccionarán a las galerías este año: está galería Vermelho, de Brasil; Revólver de Perú,y Bendana Pinel de París. También habrá un coleccionista y un galerista local. Queremos llegar a un número limitado de galerías es pos de la calidad, cosa que nunca fue discutida el año pasado y eso es algo que debemos mantener. También la idea es que las galerías se sientan partícipes, sean nuestras socias, que sientan que llegan a un lugar que conocen. El efecto sorpresa del año pasado lo vamos a erradicar por completo. Sabemos que Ch.ACO 2018 no fue la mejor de las ediciones, pero reconocemos que Chile necesita y se merece una feria de arte contemporáneo, donde todos participen.