"Nos decían que estábamos asesinando un palacio de la época de Felipe Augusto", recuerda Jack Lang, ministro de cultura del presidente francés François Mitterrand (1981-1995) cuando iniciaron los trabajos de uno de los proyectos más arriesgados durante la década de los 80.
Y es que la idea de renovar los espacios culturales de la nación gala llevó al gobierno a gestar un ambicioso plan de remodelación en el Museo de Louvre. Con el objetivo de obtener nuevos accesos al recinto y reorganizar la instalación de las muestras, en 1984 comenzaron los trabajos en el patio central del lugar que tendrían como punto final una pirámide de acero y cristal de 21 metros de altura que simbolice los nuevos tiempos del icónico sitio.
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Según el exministro Lang, en conversación con EFE explicó que el proyecto arquitectónico buscaba crear un vestíbulo que permitiese llegar a distintos puntos del castillo: "Para ese fin, la pirámide era como una evidencia". El diseño provino del arquitecto chino Ieo Ming Pei, quien convenció al político francés para instalar la construcción monumental.
"Me criticaban a mí, pero muchos querían debilitar al presidente. Nos permitió popularizar el proyecto, explicarlo mejor, contar que se trataba de una reforma más profunda", sentencia Jack Lang. "Tuvimos dudas, pero siempre contamos con el apoyo fuerte del presidente", afirma Ming Pei en una entrevista recopilada por El País.
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Las críticas a la obra fueron tal que la prensa de la época llegó a tildar al presidente Mitterrand como el "primer faraón de Francia". Tras su inauguración en marzo de 1989, las opiniones fueron categóricas. Según Jean-Luc Martinez, actual director del museo, "desde el primer momento fue un éxito, dio la impresión de que siempre estuvo ahí, de que no era un apósito".
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Créditos: EFE.[/caption]
A 30 años del estreno de la polémica pirámide, actualmente la obra arquitectónica es una de las paradas obligatorias para quienes visitan la 'ciudad de la luz'.
Es más, el espacio cultural recibió a más de 10 millones de visitantes en 2018, una cifra histórica que demuestra la vigencia del lugar que alberga piezas importantes como La Gioconda de Da Vinci o la Victoria alada de Samotracia.
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El arquitecto chino Ieo Ming Pei. Créditos: EFE.[/caption]