Cuando Saul Hudson (53) era un adolescente, su abuela le dio una guitarra española con una sola cuerda. Eran los 70 y junto a Steven Adler, su amigo inseparable y quien luego se transformaría en el baterista de Guns N' Roses, pasaban sus días entre aventuras de jóvenes y música de bandas como Kiss o Van Halen. Hudson aún no sabía la diferencia entre el instrumento que le regaló su abuela y el bajo, que originalmente era lo que pensaba tocar junto a Adler, por ese entonces inclinado hacia la guitarra. Pero no pasó mucho para que lo descubriera: tomó algunas clases con las que al poco tiempo pudo tocar con esa única cuerda los riffs principales de "Smoke on the water", de Deep Purple; "25 or 6 to 4", de Chicago y "Dazed and confuzed", de Led Zeppelin. Algunos pequeños obsequios pueden cambiar la vida.
"El descubrimiento de la guitarra para mí fue súper emocionante. Cuando ella me dio mi primera guitarra fue esa sensación de satisfacción de por fin tener un instrumento en las manos. De ahí sentí todas las ganas de empezar a tocarla. El momento más excitante fue cuando puse las otras cinco cuerdas y las puse junto al rock and roll y el blues. Fue una sensación de euforia", recuerda Slash en conversación telefónica con Culto desde L.A. Diez años después de ese momento, el guitarrista tocaría en estadios llenos tras el exitoso Appetite for destruction (1987) y se encaminaría a convertirse en una leyenda.
Hoy, luego de estar más de dos años en la gira que lo reunió con Axl Rose y Duff McKagan en Guns N' Roses, el músico está a las puertas de iniciar el periplo latino con su banda Slash ft. Myles Kennedy and The Conspirators, que los tendrá el 10 de mayo en el Teatro Caupolicán (entradas en Puntoticket). Es junto a esa formación que el año pasado lanzó el álbum Living the dream.
¿Cómo ha visto la reacción en los shows con este nuevo disco?
Ha sido realmente asombroso. Hay una marcada diferencia comparado con el tour de World on fire, el que fue excelente para mí. Pero ha habido notables diferencias con el tour de ahora. Las nuevas canciones todos las cantan. Tocamos en vivo el 80% del disco.
Algunas canciones del nuevo disco tienen mucha pegada. ¿Tiene alguna favorita?
Es muy difícil para mí juzgar cuál es mi canción favorita porque estoy tan involucrado con todo el álbum. Es muy entretenido tocarlas todas. Hasta ahora, hemos disfrutado tocar todo el álbum en vivo. Puedo decir que "Call of the Wild", es muy divertida en general. Normalmente es la primera canción de la noche. Es siempre cool tocarla. "My Antidote" es uno de los hits más importantes. Los fans se vuelven locos cuando la escuchan. También hay una canción que se llama "Lost Inside the Girl", no la tocamos en cada concierto, pero cuando la tocamos, la reacción de la audiencia es gigante.
Ha estado mucho tiempo de gira. Dos años con Guns N' Roses y ahora con Myles Kennedy. ¿Prefiere estar de tour antes que en el estudio?
Tengo que decir que sí. Bueno, trabajar en el estudio tiene dos propósitos. Obviamente, sirve para grabar las canciones nuevas. Y la otra razón es tener todo grabado y listo para poder salir de gira. Al final, el proceso de grabar es el método de llegar a eso, salir a tocar en vivo. Bueno, igual me encanta estar en el estudio, entonces, eso también es bueno.
La coyuntura de EE.UU. no es indiferente para el guitarrista. Ello llevó a titular el disco con una frase envuelta en sarcasmo: "(El título) es sobre el caos político en los EE.UU. y la situación sociopolítica en el mundo entero. Básicamente fue inspirado por la política global. Living the dream es una expresión que la gente dice sarcásticamente. He escuchado mucho esa expresión", recalca.
¿Podría decir cuáles son sus tres discos favoritos que haya grabado?
No es justo decir este es mi favorito, o este otro o el otro, porque estoy involucrado con ellos. Uno escribe, graba y lanza un álbum, entonces no puedo elegir un disco sobre los otros. Pero puedo hablar de los proyectos adicionales en los que he participado. Ahí definitivamente puedo elegir tres. Tocar con Lenny Kravitz, esa sesión que hicimos fue increíble. La sesión que hice con Iggy Pop fue asombrosa y, también, la última sesión con Lemmy para mi disco solista. Esas fueron increíbles y memorables.
En su libro dice que siempre ha sido un eterno adolescente. ¿Sigue creyendo eso?
Sí. Con eso quiero decir que se trata de la energía que ellos tienen y cómo ven la vida en general. Entonces, todavía me describe.
Uno de los temas que evita en esta entrevista es la muerte de Scott Weiland, cantante que falleció en 2015 por una sobredosis accidental y con quien fue compañero en Velvet Revolver. "No me gusta hablar de su muerte. Es desagradable. Es una cosa triste. Cuando escuché de ello fue con una llamada telefónica. Había recién llegado a casa, no recuerdo dónde andaba. Recién estaba en la puerta. Me dio un shock. Fue una de esas cosas que te cuesta un buen rato procesar".
Hace algunos días se lanzó en Netflix la película de Mötley Crüe. ¿Le gustaría que Guns N' Roses tuviera una?
(Risas) Me preguntaron lo mismo hace 20 minutos. No, no veo a Guns N' Roses haciendo una película en ese estilo. No creo que nos gustaría. Es como lo veo ahora mientras te hablo. No quiero decir que Guns N' Roses no hará nunca una película, simplemente no haríamos un docudrama con gente actuando nuestra historia. Si decidimos crear una película, lo primero que consideraría serían horas de video que grabamos entre 1991 y 1994. Cada día en el camino, viajando, conciertos, backstage, bares, camarines y todo ese tipo de cosas. Han sido años coleccionando polvo. Creo que si editamos esas grabaciones para formar una película, sería bastante cool.
¿Es posible un nuevo álbum de Guns N' Roses?
Sí, yo creo. Estamos bastante enfocados en eso. Estamos yendo en esa dirección. Tengo ganas de que funcione. Todo va increíble en el mundo de Guns N' Roses, eso de la reunión, la gira y nuestra relación con Axl, Duff y los otros chicos. Todo está excelente ahora y ha sido así los últimos tres años.
"Nos vemos pronto", dice al cerrar la conversación, para luego soltar esa típica carcajada mezcla de buen humor y adolescencia eterna.