En el campus Playa Lobito de la Universidad Arturo Prat, frente a la bahía donde hace 140 años se desarrolló el Combate Naval de Iquique, el Papa Francisco tuvo el 17 de enero de 2018 una histórica derrota de fieles: llegaron 100 mil personas y se esperaban 400 mil. Una imagen cenital capturada por un dron donde se observa una playa a medio llenar fue la instantánea de una visita compleja, controvertida y que no tuvo absolutamente nada que ver con la mesiánica venida de Juan Pablo II en abril de 1987.
Ahora, el documental Dios es el correlato con voz y protagonistas de aquella fotografía tomada por un robot. La película fue dirigida por Christopher Murray, Josefina Buschmann e Israel Pimentel y se presentará hoy en el Festival Visions du Réel de Nyon (Suiza), uno de los más relevantes del género junto al IDFA de Amsterdam y el Cinema du Réel de París.
"Aunque la película la coordinamos entre tres cineastas, hubo en la práctica 17 realizadores que se desplegaron en distintos puntos del país", explica Christopher Murray (El Cristo ciego, 2017). En la práctica la película es una producción del colectivo MAFI (Mapa Fílmico de un País) y en esa calidad se presenta en la competencia de Visions du Réel, donde también estuvo su anterior filme Propaganda.
"Así como en Propaganda mostramos la fractura entre el sistema político y la sociedad chilena, en Dios se observa la tensión que genera la idea de Dios y la fe en nuestro país", agrega. "Estuvimos mucho tiempo trabajando en eso, pero nos faltaba un hecho que ejemplificara todo. La venida del Papa Francisco fue ese hecho: fue una visita frustrada, controversial y donde se evidenció la distancia de los chilenos con la Iglesia Católica".
De acuerdo a Murray hay tres señales que la película captura con precisión: el alejamiento de los feligreses católicos, el aumento y fanatismo de ciertos grupos evangélicos y la mancha inocultable de los abusos en la Iglesia. La película, sin voz en off y con escenas a ras de la realidad, es muy clara al respecto. Una escena contrasta el frío anuncio de la visita del Papa en una gran iglesia con la invitación a orar al templo que hace un pastor evangélico en una población periférica. Otra toma, aún más desolada, exhibe el paso del papamóvil por las carreteras de la Araucanía. No hay un alma a la vera del camino. Sólo viento y árboles.