Para aquellos dados a las efemérides musicales este es un año de intensa actividad. El cambio de siglo dejó hitos relevantes y hoy pareciera que casi todo cumple dos décadas: desde los debuts de Britney Spears y Supernova hasta obras cumbres de Blur y Magnetic Fields. Otros tiempos de la industria musical que bien conoció Andrés Calamaro, quien la semana pasada desclasificó en la prensa argentina el anecdotario de Honestidad brutal, su disco que celebra 20 años. Un clásico instantáneo de 37 canciones y una mitología de excesos y sesiones de grabación junto a Maradona, Pappo y Mariano Mores.

"Recuerdo nueve meses de días y sus noches, 50 muchachas, estudios llenos de fulanas, amigos y soledad, hasta en tres países y quince estudios distintos", rememoró en Clarín el cantautor, quien dos décadas después engendró un LP en las antípodas: sólo cuatro sesiones en vivo en un estudio en Los Angeles, junto a experimentados sesionistas estadounidenses, para dar forma a Cargar la suerte, uno de sus trabajos más inspirados del nuevo milenio.

Doce temas de elaborada factura y melancolía de trasnoche, que le valieron comparaciones con su obra cumbre de 1999. "Un disco importante que considero entre mis mejores grabaciones", declaraba el solista a Culto en noviembre, días después del lanzamiento y dejando abierta la puerta para una presentación en Chile del nuevo material.

La promesa se materializa ahora: a cinco meses de la publicación de su decimoquinto álbum en solitario, el ex Los Rodríguez ya tiene fecha y lugar para su reencuentro con los escenarios chilenos -donde no actúa desde 2017-, con dos shows de alta convocatoria: el 8 de octubre en el Suractivo de Concepción y dos días después en el Movistar Arena de Santiago, destino habitual de sus últimas visitas. La preventa de entradas para ambos conciertos comienza el 30 de abril y la venta general el 2 de mayo.

Esto, como parte de la gira de promoción de Cargar la suerte, que comenzará en España -la segunda patria del solista- el 11 de mayo y llegará a Argentina luego de cruzar Los Andes, con una primera fecha fijada para el 19 de octubre en el Orfeo Superdomo de Córdoba.

Además de su banda de acompañamiento -German Wiedemer en teclados, Mariano Domínguez en bajo, Julián Kanevsky en guitarra y Martín Bruhn en batería-, el show incluirá éxitos de ayer y también los de hoy, como Verdades afiladas y Tránsito lento, en cuyo videoclip el músico aparece entre diversas personas que viven en las calles y cajeros automáticos de la capital argentina.

Imágenes de sobrevivientes como analogía de las batallas del artista de 57 años, las ganadas y sobre todo las perdidas, protagonistas de su nuevo disco. Entre ellas, despechos amorosos, decepciones de su propio país, la corrección política imperante y la agotadora dinámica de las giras promocionales, como la que ahora trae a Chile.