Hace dos años, cuando Anish Kapoor (Mumbai, 1954) aceptó la invitación de la Fundación CorpArtes para exhibir su trabajo en Chile, pensó en que sería apropiado crear una pieza específica con algún material que estuviese relacionado con la memoria del país. Una historia en particular le llamó la atención: en 1974 la empresa Rolls Royce en Escocia recibió la petición de las Fuerzas Armadas chilenas de hacerle mantención a los motores de sus Hawker Hunter -caza bombarderos británicos que habían adquirido en 1967- y con los que un año antes habían usado para atacar el Palacio La Moneda, el 11 de septiembre de 1973. Algo insólito sucedió entonces: los trabajadores de Rolls Royce se negaron al encargo aludiendo una postura moral y la empresa los apoyó. Los Hawker Hunter nunca se repararon.
Ese fue el gen de Organo, la pieza que Kapoor concibió para Chile y que usa una turbina Rolls Royce, unida por tubos al edificio subterráneo de CorpArtes, donde ayer se inauguró Surge, la muestra que recorre la trayectoria del escultor indio-británico, uno de los máximos referentes del arte contemporáneo mundial.
"Una de las búsquedas más importantes para Anish es el material, que te puede conectar con otras dimensiones mitológicas y eso es lo que hace con la turbina. Al conectarla con el edificio de forma explícita, dice que las cosas también están siempre conectadas imperceptiblemente", explica el curador brasileño Marcello Dantas, quien ayer hizo un recorrido por la muestra antes de su apertura oficial. Allí, estuvieron presentes Francisca Florenzano, directora ejecutiva de CorpArtes, Francisca Saieh, miembro del directorio de Fundación CorpArtes y su presidente, Alvaro Saieh -controlador del Grupo Copesa, empresa que edita a La Tercera-.
Pintura y realidad virtual
La exposición -apoyada por Moneda Asset Management- revela la exploración material que Anish Kapoor ha desarrollado en 40 años de trayectoria, junto con su interés por cuestionar el origen de la existencia humana y la percepciones de la realidad. El escultor se mueve por el plano filosófico, pero también físico al someter al público a emociones concretas como sucede con Doble vértigo (2012) dos grandes hojas de acero pulidos como espejos y curvados uno frente a otro, que da una sensación de inseguridad espacial a quien se ponga en medio; o la delicada Vacío (1993), un cuadrado en la pared pintado con un pigmento negro especial que lo hace ver como un agujero real y que atrae a cualquiera a tocarlo e intentar traspasarlo.
También hay obras emblemáticas por su presencia poderosa en el espacio como Svayambhu (2007), un gran bloque de cera roja que avanza lentamente de extremo a extremo de la sala atravesando tres umbrales de pared blanca; y Disparando en la esquina (2008-2009), un cañón que lanza toneladas de cera roja y que habla sobre la batalla de los opuestos: lo masculino y lo femenino.
Tras el recorrido por la muestra, Kapoor dio una conferencia donde afirmó que como artista no tiene ningún mensaje que transmitir, sino más bien proposiciones que él público debe enfrentar. "Mis preguntas son espirituales y tienen que ver con el lugar donde existe la materia, que es el mismo lugar donde nada existe", dice el escultor.
Nacido en India, pero radicado en Londres desde los años 70, el artista asegura que su lugar de origen ha sido central en su obra. "Es inevitable que haya una memoria psíquica enorme. Estamos obsesionados con el internacionalismo, pero creo que siempre debemos tener un pie en el país natal. Al mismo tiempo el arte es un idioma que no restringe nacionalidades", afirma.
Consultado luego por el efecto que ha tenido para él vivir en Londres, Kapoor admitió que los tiempos son difíciles. "Allí formé mi familia; mi obra y fui afortunado de entrar al mundo del arte con artistas como Tony Cragg y Richard Long, pero ahora vivimos la locura del Brexit. ¿Quién lo habría imaginado? En los últimos 10 años Inglaterra ha cambiado y hoy es el país más derechista de Europa, no veo que haya que sentirse orgullosos de eso", afirmó.
Dentro de las piezas más recientes destaca su incursión con la realidad virtual con En ti mismo, caer (2018), una animación que utiliza visores VR y que plantea cómo se vería un viaje al interior del cuerpo humano. Aunque el propio artista es escéptico con las nuevas tecnologías. "Estamos al inicio de un gran salto tecnológico, el problema es que pareciera que con ese avance solo viene más desigualdad". De hecho , Kapoor confesó que en el último tiempo ha estado pensando exhibir sus experimentaciones con un soporte bastante más tradicional: "He estado haciendo pinturas durante muchos años y nunca las he mostrado, creo que es tiempo de tomar el riesgo de que el mundo las vea y ver qué pasa".
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Parte de la monumental obra Svayambhu (2007).[/caption]