Game of thrones, la batalla de Winterfell: al Dios de la muerte le decimos "Hoy no"

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El encuentro con el Rey de la noche ocurrió. Entre dragones, gigantes y los mejores guerreros de los Siete Reinos, una fuerza inesperada significó la salvación. Unos días más de vida en el crudo invierno.


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Listos para el combate. El ejército de Los inmaculados y los Dothraki estaban en posición para el enfrentamiento con los Caminantes Blancos, las mujeres y consejeros de Daenerys aguardaban ocultos en la cripta de los Stark, y Jon Snow junto a Daenerys Targaryen aguardaban desde las alturas el mejor momento para atacar con sus dragones.

Allí, en medio de la oscuridad emergió quien revivió a Jon Snow y sin embargo, fue expulsada de Winterfell. La sacerdotisa roja regresó en el momento oportuno, con el Señor de la Luz como aliado. Pero no sería suficiente.

Las armas dothraki encendidas en llamas rápidamente se vieron apagadas por el mar de Caminantes Blancos que superaban cualquier ejército humano. Ni la valentía, ferocidad y locura que embargaba a los cientos de guerreros convocados, eran capaces de enfrentarlos, pero estaban dispuestos a dar sus vidas antes que se las arrebataran.

Pareciera que Jon Snow aguardaba por el instante oportuno para atacar con los dragones, pero Daenerys no lo pensó ni un minuto más: "Los muertos ya están aquí". En una danza de dragones emprendieron el vuelo atacando con el concepto valyrio "Dracarys", pero una tormenta retrasó el vuelo, los desorientó y apagó la luz de esperanza que tenían para triunfar. El Rey de la noche no contaba solo con un ejército de muertos vivientes.

No pasó mucho tiempo antes que las mujeres Stark se dieran cuenta que ni la fuerza de dos dragones bastaría. Recordando una frase que su medio hermano -primo- Jon Snow le dijo a Arya en la primera temporada, le entregó a Sansa una arma para que se defendiera en la cripta de ser necesario: "Ataca con la parte puntiaguda".

Tal como se planeó en un comienzo, Theon aguardaba junto a Bran en el bosque sagrado. Si debía morir para redimir sus pecados del pasado, lo haría.

Poco a poco, se dio inicio a las muertes de los personajes más conocidos. Edd -de la Guardia Nocturna- fue atravesado por una lanza tras salvar a Sam y la joven Lyanna Mormont dio el último de sus alientos derrotando al gigante adquirido por el Rey de la noche.

Las mujeres sacan la cara en una batalla en que todo parece perdido. Arya se escabulle por la biblioteca de los Stark y casi muere si no fuera porque Beric Dondarrion tenía claro su propósito: si fue revivido tantas veces por Thoros de Myr, tenía una misión.

Junto a 'El perro', salvaron a la elegida. El cuervo de los tres ojos sí era la persona de interés del Rey de la Noche, pero a quien siempre debió temer fue Arya Stark. En su reencuentro con Melisandre, una antigua predicción anticiparía el desenlace de la cruenta batalla: "Ojos cafés, ojos verdes, ojos azules", dijo la Sacerdotisa Roja.

Recordándole las palabras de su primer maestro Syrio Forel, arenga a Arya a empoderarse y resolver ella misma la lucha desesperada: "¿Qué le decimos al Dios de la muerte? Hoy no".

Con el dragón de hielo al mando del Rey de la Noche, con los muertos reviviendo al interior de la cripta Stark, Daenerys cayendo de su dragón  y quedando a merced de los atacantes, el escenario era negro, tan negro como la luminosidad elegida para todo el episodio.

Jon Snow corría desesperadamente en medio de la muerte para salvar a su hermano Bran, pero era imposible. Theon escuchó cómo Bran lo consideraba un buen hombre y le agradecía antes de perder la vida a manos del Rey de la Noche, y todo aquel derrame de sangre parecía haber sido en vano.

De la nada, una fiera salta sobre el líder de los Caminantes Blancos, y con la misma daga de acero valyrio que intentó dar muerte a su hermano en la primera temporada, Arya asestó una puñalada en el pecho del enemigo de ojos azules. Inmediatamente los muertos quedaron inertes de forma definitiva.

En medio del llanto de Daenerys por Ser Jorah Mormont, la Mujer Roja se despoja del collar que la mantenía con vida y desapareció antes del amanecer.

La batalla de Winterfell ha terminado y ahora el trono de hierro se vuelve a vislumbrar como el objetivo a alcanzar.

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