Game of Thrones: la noche larga o el episodio más difícil de ver

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El tercer episodio de la octava temporada y final, estuvo marcado por una batalla épica. El rey de la noche se enfrentó a quienes aguardaban en Winterfell e implicó el enfrentamiento televisado más importante de la historia. Sin embargo, la luminosidad del capítulo fue altamente criticado.


Como cada domingo de Game of Thrones, a las 21 horas comenzó el opening de la serie de HBO. Su música épica que ha acompañado a los fanáticos por ocho años anticipaba un episodio especial. No solo uno de los mejores de los 70 ya emitidos, sino también uno que cambiaría la historia de la televisión.

La batalla de Winterfell -o La noche larga, como se denominó el episodio- es hasta ahora el capítulo más extenso de GoT con 82 minutos de duración. Tiene la secuencia bélica más extensa de la historia del cine o tv (40 minutos, aprox), fue grabada en 55 noches y requirió 750 personas en escena.

Con el guión de los creadores de la serie -Dan Weiss y David Benioff-, la dirección estuvo a cargo de Miguel Sapochnik, quien lideró otros dos episodios de gran envergadura: "Hardhome" y La "batalla de los bastardos". Pero la gran relevancia del capítulo dentro de la historia, y el alto nivel de producción, no fueron suficientes para que la audiencia pasara por alto que fue la hora y 20 minutos más difíciles de ver.

Con memes y tuits que reclamaban la dificultad para distinguir entre un dragón "bueno" y "malo", o los problemas para identificar si había muerto un personaje conocido o no, los fanáticos de Game of Thrones no estaban de acuerdo con la decisión que se tomó en cuanto a fotografía.

Según reporta Vanity Fair, Miguel Sapochnik se inspiró en la batalla de Helm's Deep de El Señor de los Anillos: las dos torres, pero no contó con el trabajo de quien logró que cada elfo, hobbit y enano se viera sin problemas en el campo de batalla.

En el podcast Still Watching de Vanity Fair, conversaron con el Director de Fotografía del episodio, Fabian Wagner, quien aseguró que a pesar de la presencia de criaturas fantásticas como dragones y zombies de hielo, siempre han intentado que la iluminación tenga un efecto "natural".

La luna, el sol y las velas son la mayor fuente de luz en la producción, según contó Wagner, porque querían que "la luminosidad evolucionara junto a los personajes". En esa línea, tiene sentido la decisión de sumir al público en la oscuridad, para que en cierta forma compartan con los personajes aquella sensación frustrante de no saber qué está ocurriendo.

¿Es lo que queríamos en la batalla más importante de Game of Thrones, acaso de la historia de la televisión? Justificando también en términos técnicos, Fabian Wagner aseguró que fue una tarea titánica realizar a batalla de Winterfell: "Fue fisicamente agotador. Dicen que no hay que trabajar con niños o animales, pues bien, tuvimos eso multiplicado por 100".

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