El año pasado Verónica Zondek (66) logró visibilidad pública cuando fue la voz en español de Anne Carson.
Traductora desde el inglés de los versos de la poeta canadiense, ambas recitaron en la azotea de la Biblioteca Nicanor Parra de la UDP. Zondek también ha traducido versos de Emily Dickinson y Anne Sexton.
"A mí el traducir se me ancla en el placer de la obsesión con el lenguaje, con el ahondar en lo otro y distinto, en el conocimiento y el entendimiento profundo", reflexiona Verónica Zondek, quien además es una reconocida poeta. Con su libro Entrecielo y entrelínea, en 1984, inició su labor literaria y ya suma 14 libros.
Nacida en Santiago, en 1953, Licenciada en Historia del Arte por la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), hoy Zondek vive en la ciudad de Valdivia. Hace dos años recibió el Premio a la Trayectoria Poética de la Fundación Neruda.
Ese recorrido se consolida. Ahora acaba de aparecer Ojo de agua, antología de Zondek que incluye desde poemas inéditos, una versión abreviada de su libro Vagido (1990) hasta títulos como Por gracia de hombre (2008). Zondek es la tercera chilena de la colección de poesía, del sello Lumen, luego de Elvira Hernández y Gabriela Mistral.
De la Premio Nobel de Literatura 1945, Zondek estuvo a cargo de la antología poética Mi culpa fue la palabra (Lom). "Tiene un modo de nombrar y de opinar que expande el lenguaje, la imaginación, el conocimiento y la conciencia que, pienso, es extraordinaria superando en mucho el tiempo de su escritura", comenta Zondek de la poeta de Vicuña. "Creo que nadie ha pensado lo latinoamericano, lo americano, lo europeo como lo hizo ella", agrega.
La obra de Zondek está atravesada por el territorio en poemas como Mapocho y Registro de Santiago, al igual que la crítica social . Lo que se aprecia en versos como: "En Valle de Oro hay justicia en la medida de lo posible"; "Se vota la impunidad./Se estimula el consenso" o "En este valle los viñedos son de exportación/ y los árboles cargados de fruta/ se sirven en mesas extranjeras".
"Creo que se trata de remover en el lector algo, para que él cuestione y escuche o vea lo que no ve ni escucha", dice la poeta y agrega que también "hablo del dolor, el cuerpo, la geografía, el misterio, los seres y su forma de relacionarse entre ellos y también con el mundo".