6 de mayo de 1980. Aquel día la escritora chilena María Luisa Bombal falleció, "en completa soledad, en una sala común de un hospital público", según relata Memoria Chilena.

Pese a la forma en que vivió sus últimos días, gran parte del mundo literario destaca que lo peor fue el nulo reconocimiento en vida a Bombal. De hecho, la no obtención el Premio Nacional de Literatura es tópico frecuente al hablar de la autora de La última niebla, La amortajada y Él árbol, por mencionar algunos de sus trabajos.

Sin embargo de a poco su figura retoma un lugar. Actualmente cuatro establecimientos educacionales llevan su nombre: dos escuelas, una en Cerro Navia y otra en Osorno; un colegio en Vitacura; y un liceo en Valparaíso.

Sumado a lo anterior, en el 2011 se lanzó una película sobre su vida, la cual llevó por nombre Bombal, con Marcelo Ferrari como director y Blanca Lewin tomando el rol de María Luisa.

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Además de ello, su nombre ha recobrado fuerza, impulsado principalmente por autoras nacionales, quienes incluso han repasado parte de su obra en lecturas públicas.

Por ello en Culto quisimos preguntar: ¿cómo dimensionar a María Luisa Bombal y por qué leerla? Acá algunas voces del mundo de las letras opinan al respecto.

Andrea Jeftanovic, escritora y docente

María Luisa Bombal es una precursora en muchos sentidos. Una autora que parece haber sido experta en Freud desde el momento que explora el inconsciente, el mundo de los sueños, los símbolos -como la niebla y el cabello-, la libido femenina. Hay una sabiduría salvaje en consonancia con las vanguardias y el lenguaje científico, y se adelanta al existencialismo. Incluso se aventuró en el género de lo fantástico, como lo hizo luego Cortázar, en relatos como Las islas nuevas o al poner a una mujer de que habla a modo póstumo en La amortajada.

Bombal fue la primera autora en escribir a la mujer burguesa, un sujeto que no se había narrado en la tradición chilena, y a través de él develó su frustración el proyecto del matrimonio tradicional donde la mujer queda encerrada en una casa cómoda pero asfixiante. Modelo amoroso que tardará unos treinta años o más en desplomarse. Por otra parte, será muy audaz en pensar el erotismo femenino, por ejemplo en La última Niebla, hay una descripción de un orgasmo de la protagonista mientras se sumerge en el agua. De ese modo, deja de presentar a la mujer como un objeto pasivo de su propia sexualidad, y la lleva a la exploración de su propio cuerpo. Dice así: "A mi garganta sube algo así como un sollozo, y no sé por qué me es dulce quejarme, y dulce a mi cuerpo el cansancio infligido por la preciosa carga que pesa entre mis muslos".

Creo que muchas veces se le resta poder a su proyecto literario, pero en esa prosa poética está envuelto un discurso muy feminista, rupturista y psíquico. A su vez, creo que es una barbaridad que no se le haya concedido el Premio Nacional de Literatura. Creo que ganaron los prejuicios a su origen social y una vida escandalosa (alcohol y violencia).

Carolina Brown, escritora

La primera vez que me encontré con un texto de la Bombal (La Amortajada) tenia 14 años y cursaba segundo medio. Me impresionó mucho. Salvo Cumbres Borrascosas (Charlotte Bronte) y el Jardín Secreto (Frances Hodgson Burnett), leíamos muy pocos libros escritos por mujeres, menos chilenas. Y Bombal hablaba de cosas que yo no había leído en otros libros hasta ese momento.

Las historias que había encontrado hasta entonces me parecían de un corte realista, más pragmático, donde la acción dramática importaba mucho. En cambio acá estaba esta mujer hablando de un paisaje interior, de espacios privados femeninos, de imposiciones sociales y culturales sobre las mujeres. Todo desde su estética particular, onírica, donde el paisaje jugaba un rol clave y casi que se fundía con la protagonista, donde la lluvia podía caer "como perlas en el techo". Para mí la Bombal es una suerte de pionera con una voz muy propia, con una escritura que es elegante y delicada y que además da en el clavo.

¿Por qué leerla? Porque es única, porque su escritura es bellísima y porque supo darle voz a la mujer de una época y tomar problemáticas que aún resultan vigentes para los lectores de hoy.

Montserrat Martorell, periodista y escritora

Me parece que la figura de María Luisa Bombal es fundamental. Ayer y hoy. Mañana también. Es impresionante cómo la leímos siendo tan chicos, porque sus libros eran bibliografía obligatoria en el colegio. A mí esas historias, sus historias, se me quedaron muy adentro. Pienso en La última niebla, La amortajada, El árbol. Todo lo que hay ahí es un mundo propio: sus personajes, sus movimientos, sus ruidos, sus silencios, sus paisajes. Lo que cuenta y cómo lo cuenta, los simbolismos detrás de las escenas, la crítica a las tradiciones, las formas, los modos. En su obra hay una problematización de los roles de hombres y mujeres, una complejidad permanente para entender las relaciones humanas. Y eso siempre es potente.

El otro día leíamos La amortajada en el taller literario que hago y los alumnos me decían "¡esto es actual, profesora!". Y claro que lo es. María Luisa Bombal es una adelantada, es una de nosotras, es uno de nosotros. Su prosa es vanguardia pura. Escribe fuera de cualquier tiempo.

Carla Guelfenbein, escritora

Hay muchas razones para leer a María Luisa Bombal, pero cabe destacar un aspecto que resulta relevante hoy. Es la primera escritora latinoamericana que describió el acto sexual. En su época, la literatura imperante era el criollismo, una corriente vinculada con lo masculino, la conquista de la naturaleza y la lucha con otros hombres, donde el trofeo era la mujer. El sexo era representado como una acción de dominio de lo masculino sobre la mujer. Bombal explora los sentidos del cuerpo femenino, y le otorga un sentido carnal y cósmico.

*Créditos de la imagen: Memoria Chilena.