Guillermo Scherping, percusionista y director musical de Moral Distraída, lo resume así: "En el primer disco cantábamos 'mi amigo está tirando en la pieza de al lado', pero ahora que llegamos a otro público, que nos escuchan niños por ejemplo, queremos decir otras cosas porque al final sí o sí le estamos hablando a ellos también".

Lo que describe el músico, en base a a su propia experiencia en los últimos conciertos y festivales en los que ha participado junto a su banda, explica el actual momento y los objetivos renovados del conjunto de música tropical, que en sus primeros cinco años de carrera se posicionó entre los más populares y convocantes del circuito bailable del país, gracias a temas como el mencionado "La pieza de al lado" (de su primer LP de 2014). Hoy, las metas son más altas, con el foco puesto en una audiencia más transversal -y ya no solo juvenil- e incluso internacional.

Es con esa premisa que la agrupación creada por los hermanos Abel y Camilo Zicavo, prepara su próxima celebración en vivo: en octubre, los autores de "Canción bonita" regresan en solitario al Teatro Caupolicán, aunque esta vez con dos shows consecutivos en el recinto, en lo que desde ya se proyecta como uno de los hitos de la cartelera musical chilena de este 2019.

Una fecha doble en el teatro de calle San Diego que antes materializaron otros nombres de alta convocatoria de la escena criolla, como Manuel García y Bloque Depresivo, y que se realizará justo un año después del debut de Moral Distraída en el Movistar Arena.

"Nos pasó que, si bien lo del Arena fue una experiencia gigantesca, sentimos que se perdía un poco la sensación de cercanía e intimidad con el público, y la propuesta escénica que hemos venido trabajando ahora necesita de esa intimidad", explica Scherping sobre los nuevos shows, fijados para el 18 y 19 de octubre y con entradas a la venta desde hoy (ver recuadro).

Por ahora, los músicos anticipan un espectáculo de más de dos horas de duración para cada jornada y con repaso a toda su discografía, que el año pasado se amplió con Qué cosa es el amor, su segundo LP. "Básicamente vamos a tocar de todo, todo el repertorio, pero además habrán muchos invitados nacionales e internacionales", comenta Scherping, pieza clave en el sonido de la banda y en su exploración de ritmos cada vez más lejanos de la cumbia y más próximos a los ritmos de Centroamérica.

Fenómeno colectivo

Si bien por ahora los nombres de los invitados al Caupolicán se mantienen en reserva, Scherping señala que muchos de ellos son quienes han colaborado con Moral Distraída en casi una década de carrera. Allí el listado es amplio, y va de Joe Vasconcellos a la artista argentina Miss Bolivia, con quienes lanzaron recientemente un remix de "Orgullo", de buena recepción en las plataformas de streaming.

Una jugada que no sólo busca sumar voces sobre el escenario: según explica el director musical, gran parte del futuro inmediato del conjunto está ligado a las alianzas con otros grupos y solistas. "Estamos cargándonos de nuevas energías, con muchos temas en el tintero. Y lo que atraviesa todo es el tema de las colaboraciones", cuenta el músico.

Todo lo anterior, no sólo como respuesta al espíritu colectivo bajo el que ha funcionado la banda en su primera década de vida, sino también pensando en los nuevos horizontes a los que apunta. "Obviamente ese es el plan de la banda, internacionalizarse", asegura Scherping. "La idea es seguir alimentado el circuito en Perú, donde hemos ido varias veces, también viajar a Colombia y México. Queremos abarcar otras industrias que trabajan distinto y estamos en fase de estudio y de planificación", agrega.

Entradas

Las entradas están disponibles desde hoy en el sistema Ticketek. Comienza bajo la modalidad de venta en verde, con precios desde $ 5.000 a $ 15.000. Luego, en una fecha a confirmar por la organización, se pasará a la preventa ($ 7.000 a $ 18.000), y los precios finales irán entre los $ 10.000 y $ 22.000.